Mercedes-Benz frena el impacto de la crisis de semiconductores en España

La crisis mundial de semiconductores está afectando a todas las industrias, aunque está siendo especialmente dura para el sector de la automoción. Este problema, unido a la pandemia, está ralentizando la recuperación de todos los fabricantes. Sin embargo, este golpe no está afectando a todos por igual. Mercedes-Benz está consiguiendo recuperar, de forma muy paulatina, su actividad.

Desde que estallase esta crisis hace más de 14 meses, las fábricas automovilísticas estiman que perderán unos 179.000 millones de euros a nivel mundial y dejarán de fabricar cerca de 77.000 vehículos. Solo en el mes de septiembre, se produjo una reducción del 15,7% en las matriculaciones de turismos.

En el caso de las plantas ubicadas en España, no está afectando a todas por igual. Como ya pudimos ver, Stellantis es una de las más afectadas y ya está planteando un ERTE para comienzos del año que viene. La fábrica de Seat en Martorell también ha sufrido un periodo muy duro con la enésima reestructuración de su producción este año por culpa de la falta de semiconductores.

En contraposición, parece, está Mercedes-Benz. «En nuestro caso, en Mercedes, no hay un período de demora concreto por esta causa; depende de si se trata de un vehículo de stock o de programación. En el caso de un vehículo de programación tendríamos además que mirar por modelos la situación del programa libre», explica el grupo. «En definitiva, en Mercedes nuestro esfuerzo está más enfocado por adaptar nuestros procesos y tratar de atender al cliente y darles soluciones reales lo antes posible ante estas circunstancias», añade la filial española de Mercedes-Benz España.

«Nuestro esfuerzo está más enfocado en adaptar nuestros procesos y tratar de atender al cliente»

RECUPERACIÓN DE MERCEDES VITORIA

La planta más grande que tiene Mercedes-Benz en España es la de Vitoria. A pesar de haber pasado por unos momentos muy complicados, parece que la fábrica va recuperando el ritmo. La empresa emitió un comunicado a principios de esta semana donde indicaban que la fábrica recuperaba los tres turnos de producción. De esta manera, consigue encadenar seis semanas consecutivas de producción ininterrumpida después de haber estado inactiva tres semanas a causa de la escasez de semiconductores. «Las labores coordinadas de las áreas de Producción y Logística se han traducido en un nuevo volumen de producción para la última semana de octubre», añade el comunicado.

Esta mejoría, que supuso un gran alivio para la insignia ante la crisis de semiconductores, es un hecho relevante para Mercedes-Benz. Sobre todo, teniendo en cuenta que su planta de Vitoria es la segunda mayor planta de furgonetas de Daimler en el mundo y emplea a unas 4.900 personas. Además, esta fábrica abastece a casi todos los mercados mundiales.

A pesar del buen funcionamiento, Mercedes no sabe indicar cuál es su plazo estimado de entrega de un vehículo nuevo. Sin embargo, la fábrica destaca que «nuestro esfuerzo está más enfocado en adaptar nuestros procesos y tratar de atender al cliente y darles soluciones reales lo antes posible ante estas circunstancias». Además, consideran que «la situación va a ir mejorando en los próximos meses, pero sin ninguna fecha concreta». Hablando sobre el stock de vehículos que tienen, la empresa afirma que la situación favorece a tenerlo bajo.

En la presentación de resultados de principios de mes, Mercedes-Benz Cars destacó que vendió 428.361 turismos en todo el mundo en el tercer trimestre, lo que supone una caída del 30,2% con respecto al mismo periodo de 2020. Además, afirmaron que el mes de septiembre fue especialmente duro para la compañía, lo que le perjudicó en las entregas globales a clientes.  

Aún no se puede pronosticar una fecha para el fin de esta crisis de microchips, pero los fabricantes de automóviles ya vaticinan que tendrán que lidiar con esta situación, al menos, un año más. Las marcas de coches creen que la escasez de semiconductores tendrá impacto en la oferta de vehículos, al menos, hasta 2023.