Nadia Calviño, la ministra que se suponía rigurosa y eficaz pero que ha acabado siendo un títere que Sánchez utiliza como trampantojo para intentar ocultar sus desmanes económicos ante la Unión Europea, afirmó en la presentación delcuadro macroeconómico que sustenta los Presupuestos del próximo año que España crecería un 6,5% este año y un 7% en 2022 y que nuestro país recuperaría el nivel de PIB diario previo a la pandemia antes de que acabase el año.
«No hay precedentes de una recuperación tan rápida» dijo la ministra cuando sabía que el INE, organismo adscrito al Ministerio que dirige, 48 horas después de su presentación iba a ajustar las previsiones de crecimiento presentadas en julio. Sabía quela economía española creció sólo un 1,1% en el segundo trimestre del año, en lugar del 2,8% inicialmente calculado, lo que supone rebajar las previsiones de crecimiento a menos de la mitad de lo anunciado por el gobierno de Sánchez.
Las previsiones de FUNCAS, BBVA Research y el FMI se sitúan de media un punto por debajo de las previsiones realizadas por Sánchez y su gobierno para estos dos años. Y esta misma semana, el gobernador del Banco de España anunció que la institución que dirige realizará una «revisión significativa a la baja» del crecimiento del PIB de España en 2021 y 2021 mientras que la presidenta de la Airef informó que su previsión de crecimiento se situaba en el 5,5% para este año y del 6,3% para el próximo, un punto y siete décimas menos respectivamente que lo anunciado por el gobierno.
Además, el nivel del PIB español en el segundo trimestre todavía presenta una brecha frente al existente a final de 2019 de 8,4% cuando en el área del euro es del 2,5%. Y según la ministra este año íbamos a recuperar el nivel de PIB previo a la pandemia, otra mentira más.
Y cuando hablamos de PIB, un punto menos supone entre 4.000 y 5.000 millones de euros menos en ingresos, lo que se traducirá -cuando las previsiones del gobierno vuelven a incumplirse- en menos ingresos y mayor déficit y deuda que tendremos que pagar todos los españoles del presente y del futuro.
Y digo que «cuando se vuelvan a incumplirse las previsiones del gobierno» porque en octubre del año pasado el gobierno estimó un crecimiento de la economía del 9,8% cuando ningún servicio de estudios (ni nacional ni extranjero) presentaba, ni de lejos, esas estimaciones para nuestro país.
Y en abril de este año el gobierno se vio obligado a revisar el crecimiento previsto del 9,8% al 6,5%; 3,3 puntos menos de crecimiento. Es decir, entre 13.200 y 16.500 millones de euros menos de ingresos y más déficit después de habernos convertido en 2020 en el país con mayor déficit de toda la Unión Europea.
Pero a pesar de lo sucedido el año pasado y de las severas correcciones realizadas por los organismos de estudios nacionales e internacionales, Sánchez y su marioneta, Nadia Calviño, siguen manteniendo unas previsiones que convierten en papel mojado los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año y repitiendo las mismas mentiras para engañar a los españoles, maquillar la crisis que atraviesa nuestro país y ganar unos días más en el poder y unos viajes más a bordo del Falcon.
Y mientras esto sucede, Sánchez y sus ministros siguen sin implantar medidas rigurosas que permitan la recuperación de la prosperidad y el empleo perdidos y se enzarzan en debates y peleas estériles porque ver que facción del gobierno acapara más titulares mientras ponen en riesgo la llegada de los fondos europeos.
(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP
