La CNMV puede acabar en los tribunales por el pacto de los fondos en la opa a Naturgy

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se prepara para un duro invierno. Pero no debido a la crisis energética global, sino a su actuación en el asalto del fondo de inversión australiano IFM a la eléctrica española Naturgy, cuya españolidad está intentando salvar paradójicamente Criteria, el holding de participaciones industriales propiedad de la Fundación Bancaria La Caixa.

La posible existencia de un pacto de IFM con los otros dos fondos que tienen una elevada presencia en el capital del grupo que preside Francisco Reynés (el británico CVC Capital Partners y el estadounidense GIP) no ha sido investigada por el organismo regulador español y por ello puede acabar en los tribunales.

Al menos eso es lo que piensan los responsables del área económica de VOX, partido que está dispuesto a dar la batalla por lo que considera una dejación de funciones de la CNMV y una actuación negligente a la hora de determinar las intenciones reales de IFM cuando lanzó la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA); mediante la cual ha logrado hacerse con el 10,83% del capital de Naturgy.

Se trata de un porcentaje muy inferior al objetivo inicial, logrado además mediante una agresiva campaña en la que el fondo australiano intentó provocar el pánico entre los accionistas minoritarios.

“La CNMV tiene una responsabilidad en lo ocurrido porque se ha puesto de perfil ante una campaña salvaje en la que IFM asustó a los pequeños accionistas diciéndoles que si no acudían a la OPA se verían obligados a vender en el futuro a un precio más bajo que el ofertado por el fondo. Sobre todo en la última semana antes de que venciera el plazo el fondo lanzó mensajes para provocar el pánico y el regulador debería haber tomado cartas en el asunto”, señalan fuentes jurídicas que asesoran al partido de Santiago Abascal.

«el fondo lanzó mensajes para provocar el pánico y el regulador debería haber tomado cartas en el asunto»

La primera intención de VOX era conseguir que el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, compareciera en sede parlamentaria para dar explicaciones sobre esta cuestión y, sobre todo, por su pasividad a la hora de determinar si hay un pacto entre los grandes fondos (especialmente entre IFM y CVC). Pero la comparecencia no se producirá, al menos con este tema como elemento principal, porque PSOE y Podemos han bloqueado la petición.

El área económica de VOX considera que hay indicios de que existe una acción concertada para tomar el control de Naturgy y realizar un despiece de la empresa, vendiendo activos para hacer caja. Algo a lo que Criteria se opone porque eso supondría el fin de la compañía, que podría acabar además en manos extranjeras, como ocurrió con Endesa en la etapa del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero.

EL PRESIDENTE DE LA CNMV FUE ADVERTIDO

Las sospechas se fundamentan en la inacción del regulador cuando IFM lanzó la OPA, ya que el propio Buenaventura conocía la posible existencia de esta acción concertada. En una reunión que se produjo entre el presidente de la CNMV y el portavoz de VOX en el Congreso, Victor González, en la que el diputado expuso su preocupación sobre esta cuestión.

“La respuesta de Buenaventura fue esquiva y se limitó a señalar que era muy difícil demostrar un pacto entre IFM y el resto de fondos que están en el capital de Naturgy, pero hubiera bastado con que enviara una nota a CVC y GIP advirtiéndoles de que podían estar cometiendo una irregularidad. Eso hubiera bastado para desactivar el posible pacto”, indican las fuentes consultadas.

Posteriormente, consciente del problema que tiene encima de la mesa, Buenaventura decidió filtrar a los medios del Grupo Prisa (cercanos al Gobierno que le nombró) que en el futuro se van a estudiar los movimientos de los tres fondos de inversión para determinar si existe ese acuerdo ilegal. Un cambio de actitud con el que pretende cubrirse de los problemas legales que pueda tener en el futuro.

LOS FONDOS CONTROLAN LA JUNTA GENERAL

Sin embargo, el daño ya está hecho, porque aunque IFM no ha logrado alcanzar el 22% de las acciones que le garantizarían dos asientos en el consejo de administración, puede usar su participación para ayudar a CVC y a GIP a controlar la junta general de accionistas. Los tres fondos suman más del 50% del capital, lo cual implica que el holding de La Caixa ha perdido el control total de la compañía. Esto explicaría la satisfacción de los australianos tras la OPA, porque han conseguido in extremis desplazar al grupo financiero español.

En este contexto, fuentes financieras aseguran a MERCA2 que tanto IFM como Criteria van a intentar comprar más acciones en el mercado en los próximos meses, aunque será una tarea difícil porque el importe es demasiado alto. No obstante, el fondo australiano puede tener problemas si adquiere títulos de Naturgy en Bolsa a un precio superior al que ofreció en la OPA, ya que eso supondría violar el reglamento europeo sobre abuso de mercado.

OBJETIVO: VENDER NATURGY POR PARTES

La clave para conocer las intenciones reales de IFM es un informe encargado a Credit Suisse, banco asesor del fondo australiano, para calcular el volumen de desinversiones que podría hacer Naturgy. La entidad concluyó que la caja del grupo español podría crecer en 4.300 millones de euros mediante la venta del negocio eléctrico en Chile y parte de los activos del sector gasista que posee la compañía.

La gran cuestión es ¿puede IFM forzar a Criteria a ir vendiendo Naturgy por partes para obtener rentabilidad y luego marcharse con el bolsillo lleno? El Gobierno impuso como condición para aceptar la OPA que el fondo no pudiera vender activos en los próximos cinco años, pero las fuentes jurídicas consultadas consideran que los fondos pueden usar su posición de mayoría en la junta general para saltarse esta restricción.

Según ha podido saber este diario, la intención de IFM es deshacerse de todos los negocios de Naturgy excepto de los regulados, que le sirven para obtener ingresos recurrentes, al menos hasta la ofensiva regulatoria que ha emprendido el Ministerio de Transición Ecológica en los últimos meses.

Queda por determinar si CVC apoyará a los australianos en el desmembramiento de Naturgy y si GIP se sumará o si, por el contrario, aprovechará para vender en los próximos meses, ya que cuando entró en la eléctrica española en 2016 lo hizo con un horizonte temporal de cinco o seis años. En el caso de que el fondo estadounidense decidiera salir del capital la pelea entre el holding de La Caixa y el duo IFM-CVC alcanzaría unas cotas muy superiores a las que hemos visto hasta ahora.