El 19 de octubre se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama y con este motivo la Dra. Arancha Moreno Elola, Jefa de Servicio de Ginecología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo intervendrá, el viernes 22 de octubre, en la VI Jornada de Cáncer de Mama organizada por la Asociación de Oncología de Extremadura (AOEx), en Mérida.
La Unidad Multidisciplinar de Patología Mamaria del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, compuesta por expertos en todos los aspectos que se relacionan con esta enfermedad, ha tratado a cerca de 800 pacientes en los últimos cinco años.
«El tratamiento quirúrgico del cáncer de mama es esencial para la supervivencia de la paciente, pero no debemos olvidar la parte reconstructiva, la oncoplastia» incide la Dra. Arancha Moreno Elola, Jefa de Servicio de Ginecología y pionera en la técnica de biopsia de ganglio centinela axilar, que describe la cirugía como mínimamente invasiva para disminuir las secuelas manteniendo la eficacia del tratamiento.
«Los tratamientos se adaptan a cada paciente y sus características, edad biológica, comorbilidades, y sobre todo a su tipo tumoral, desde el punto de vista tanto médico como quirúrgico. Actuamos como un todo, de forma que desde el principio, en el Comité Multidisciplinar de mama, las decisiones se toman en conjunto, basándonos en la evidencia científica y en la experiencia del equipo».
«En nuestro centro actualmente solo hacemos linfadenectomía axilar si persiste la enfermedad tras el tratamiento quimioterápico, y conservamos la glándula mamaria en más del 90% de los casos con resultados excelentes desde el punto de vista funcional y estético. Además, la conservación del complejo areola-pezón permite que la paciente mantenga la personalidad de su propia mama.»
La cirugía preventiva en los casos de mutación genética ha permitido que disminuyan los casos avanzados. Es importante detectar a estas pacientes antes de que se produzca el diagnóstico de cáncer y poder evitarlo: la mastectomía bilateral con reconstrucción inmediata, conservando el complejo areola-pezón y la anexectomía laparoscópica, junto con los avances en fertilidad, consiguen que estas pacientes tengan descendencia con el menor riesgo posible para ellas.
La supervivencia ha mejorado espectacularmente en los últimos años, siendo en la actualidad del 95% a los 5 años para pacientes con diagnóstico precoz. El cribado diagnóstico, la detección en fases iniciales, los tratamientos individualizados, y la investigación clínica, son las piezas fundamentales para la mejora en la supervivencia en pacientes con cáncer de mama,» explica la Dra Moreno: «En el Hospital Ruber Juan Bravo, además de la labor asistencial, impulsamos la investigación traslacional liderando el Grupo de Investigacion IMAN (Investigación Médica Aplicada Networking) junto con la UEM (Universidad Europea de Madrid). En este sentido, trabajamos activamente para mejorar los resultados globales y la calidad de vida de nuestras pacientes, contraponiendo el término supervivencia al término sobrevivencia: aprender a vivir tras el cáncer o en tratamientos prolongados, a veces de por vida, con el cáncer».
Desde el punto de vista ginecológico, la vida sexual y la salud genital de las mujeres en tratamiento por cáncer de mama o que han superado la enfermedad es importante para que recuperen su vida de nuevo. «A la mayor parte de nuestras pacientes les queda una larga vida por delante, queremos que la vivan como ellas deseen, con calidad. Muchas de ellas son jóvenes y padecen una menopausia inducida por el tratamiento, quimioterapia, tamoxifeno, inhibidores de la aromatasa…que son imprescindibles, pero con efectos secundarios difíciles de afrontar».
Estos efectos incluyen desde molestias y sensación de sequedad genital hasta dolor continuo o en las relaciones sexuales, incluso impidiendo por completo estas relaciones. Se produce un síndrome genito-urinario que empeora con el tiempo y se complica con infecciones y aparición de úlceras. Los tratamientos locales clásicos son ineficientes y los tratamientos hormonales están contraindicados.
«Nuestra apuesta es el tratamiento de la salud genital de las mujeres tras superar un cáncer de mama, realizando tratamientos con láser CO2, con ácido hialurónico y con plasma rico en plaquetas, siguiendo la evidencia científica disponible -afirma la Dra. Moreno-. En nuestra experiencia los resultados son excelentes, con mejoría en el 98% de las pacientes, aunque la respuesta es muy variable dependiendo del grado de atrofia vulvo-vaginal, y no inmediata, pero es importante ser constante y en muchos casos combinar diferentes tratamientos».
El tratamiento se basa en la hidratación subepidérmica y el aumento en la microvascularización, mejorando la fabricación de colágeno propio. «Es fundamental indicar el tratamiento apropiado para cada caso y que lo lleve a cabo un especialista» recalca la Dra Moreno.
Los tratamientos se hacen en la consulta con anestesia local y no requieren preparación. La paciente vuelve a su vida normal el mismo día, con mínimas indicaciones de cuidados específicos.