Brufau aboga por una transformación energética sin perjudicar a industria y consumidores

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha destacado la importancia de que el ritmo de transformación hacia una economía más descarbonizada debe ser el «adecuado» para evitar «una posible pérdida de competitividad» de la industria y un «coste excesivo para los consumidores, especialmente a los más vulnerables».

Brufau ha asistido en la capital vizcaína al Congreso de Movilidad SUM Bilbao, organizado por Repsol-Petronor y el Ayuntamiento de Bilbao, que ha inaugurado el rey Felipe VI y que, durante dos días, reunirá a 90 expertos internacionales, que analizarán los retos y oportunidades de la movilidad urbana sostenible.

En su intervención, Antonio Brufau ha asegurado que no se puede obviar que el ritmo de transformación que se asuma para una economía descarbonizada tiene que ser «el adecuado para no perjudicar la competitividad de la industria y para evitar un coste excesivo para los consumidores, especialmente a los más vulnerables».

Brufau ha añadido que en Repsol tienen la tecnología, la sostenibilidad y lo industria en el centro de su estrategia y «son parte de su ADN, igual en Petronor. «Creemos y apostamos por una industria multi energética fuerte y competitiva, donde se fijen metas claras y donde cada tecnología pueda competir entre sí, sin apriorismos ni etiquetas», ha asegurado.

El presidente de Repsol ha añadido que solo se podrán cumplir las metas del Acuerdo de París con una «visión clara, inclusiva, coordinada e integradora» y en la que estén «en el campo de juego todas las tecnologías conocidas, coste-eficientes, competitivas y escalables».

Brufau ha agregado que esta visión de conjunto, «para ser realmente integradora», tiene que ser un auténtico «denominador común» para todas las regiones del planeta.

Según ha indicado, le gustaría que este Congreso fuera «un vivo ejemplo de cómo la transición energética tiene que ser una apuesta decidida por la tecnología, la sostenibilidad, la industria nacional y la cohesión social».

Brufau ha subrayado que los ejes temáticos elegidos para este Congreso y que están en torno a la transición energética, a la gobernanza y financiación, y, a la movilidad, digitalización e innovación, están en estos momentos, en el «epicentro del gran debate mundial que afecta a la geopolítica, al sector público, a las empresas y a la ciudadanía».

NECESIDADES ENERGÉTICAS

Antonio Brufau ha destacado que responder a las necesidades energéticas de salud y alimentarias de «un mundo en desarrollo y crecimiento» y que tendrá cerca de 9.000 millones de seres humanos en el horizonte 2030 es «el desafío» que, a su juicio, subyace cuando se habla de descarbonización y transición energética.

El presidente de Repsol cree que, dentro de esas perspectivas de crecimiento y transformación, la transición energética y desarrollo urbano, en sus múltiples dimensiones, «tienen que ir juntos de la mano».

Por lo tanto, cree que se trata de actuar coordinadamente, de «forma ágil y planificada», tanto el sector público, las empresas, los agentes sociales como la ciudadanía, en el desarrollo e impulso de nuevos modelos de movilidad urbana con especial énfasis en el transporte público, «en opciones más flexibles» para la movilidad privada y compartida, los hubs y plataformas de distribución de mercancías y los sistemas intermodales de transporte de pasajeros.

Además, ha apuntado que hay que aprovechar el impulso de la digitalización y del comercio online y mejorar la logística sostenible de última milla.

El presidente de Repsol también ha aludido a la «estrecha interconexión entre energía, vivienda y política urbana» porque «la energía, o mejor dicho, la multi energía y las distintas soluciones energéticas deben ser un denominador común en el desarrollo de las Smart-Cities y en las ciudades sostenibles del futuro».

En este sentido, ha indicado que los entornos urbanos sostenibles del futuro tendrán nuevos modelos para la movilidad, pero también tendrán «mayor eficiencia» energética en las viviendas, rehabilitación eco-sostenible del parque residencial de las zonas socialmente más vulnerables o desprotegidas, incorporación de nuevos materiales y modelos de construcción más sostenibles, comunidades energéticas y auto consumo, digitalización y domótica avanzada.

Brufau ha asegurado que hablar de Transición Energética y de Transición Urbana significa, por tanto, «hablar de energía con una visión integradora» y significa «pensar energía y movilidad inteligente, energía y vivienda eficiente, significa impulsar e integrar el valor de la economía circular, invertir en el desarrollo de corredores e infraestructuras verdes, en la gestión del ruido y las colas del tráfico con las nuevas formas de trabajo colaborativo y en remoto.

«Y significa repensar la integración paisajística y energética de los puertos y aeropuertos. Todo ello significa hablar de cohesión social», ha añadido.

En relación a esa cohesion social, ha señalado que no se puede ignorar que todas esas reflexiones que se hacen para la Transición Energética y Urbana se tienen que adaptar «en su justa medida a las necesidades de las zonas rurales».