Adif ha adjudicado a Renfe un contrato de servicios para el inicio de la explotación comercial en las líneas de Alta Velocidad, por un importe de 45,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses.
El inicio de la explotación comercial consiste en la reanudación del servicio de la circulación comercial de trenes tras la interrupción por cada una de sus vías durante la banda de mantenimiento, tiempo dedicado a las actividades diarias de conservación y mantenimiento de las infraestructuras.
Se trata de un procedimiento obligatorio en las líneas de Alta Velocidad aptas para circular a velocidades superiores a 220 kilómetros por hora, según explica el gestor de la infraestructura ferroviaria en un comunicado.
El contrato se divide en dos lotes, el primero destinado a la zona norte, con un presupuesto de 21,6 millones, y el segundo a la zona sur, con un importe de adjudicación de 23,5 millones de euros.
El objetivo de las circulaciones de inicio es asegurar que las infraestructuras y sus diferentes sistemas están aptos para la circulación a alta velocidad y que no existen defectos no detectados antes de la apertura de la línea.
Asimismo, este procedimiento debe confirmar el correcto funcionamiento de la catenaria y del subsistema de control, mando y señalización y la estabilidad de la vía tras la ejecución de trabajos de mantenimiento o renovación.
La circulación de inicio debe realizarse considerando los parámetros generales de fiabilidad, disponibilidad, y mantenibilidad, así como las condiciones y planes de mantenimiento de la línea, y podrá llevarse a cabo mediante el primer tren del día.