El futuro del campo es cada vez más incierto. Con el éxodo de la gente del pueblo a las ciudades el futuro agroalimentario se está viendo en peligro. Una de las zonas con más trayectoria que se está viendo afectada es la del valle del Ebro. Es por eso que sus empresas han decidido ponerle remedio con la creación de Ebro Foods Valley. Este plan debe ser el ejemplo a seguir de las zonas rurales del sur para garantizar su supervivencia.
En las cinco comunidades autónomas que forman parte del valle del Ebro hay un total de 7.000 empresas dedicadas al sector agroalimentario y facturan más de 30.000 millones de euros. Esta zona supone más del 25% del empleo del sector agroalimentario español. El objetivo de esta unión es transformar el sector agroalimentario para hacerlo más moderno, digital y competitivo poniendo especial foco en las empresas pequeñas y medianas.
Esta iniciativa está coordinada por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria y el Gobierno de Navarra, con la participación de La Rioja y Aragón. Forman parte de ella más de 300 empresas. Hasta la fecha, las inversiones previstas en el plan ascienden a 620 millones de euros. Se calcula que por cada euro invertido se generen cinco euros y un fuerte incremento de las ventas.
En este proyecto, además de empresas locales y familiares, hay grandes grupos agroalimentarios. Entre ellos destacan Grupo Empresarial Palacios, Cidacos, Helios, General Mills, Florette, Huercasa o AN. Esto hace que si el plan funciona pueda extrapolarse a otras comunidades de una manera más rápida. Además, desde la coordinación esperan que este proyecto pueda implantarse a nivel nacional gracias a las ayudas europeas, Next Generation.
El trabajo en el campo aún debe digitalizarse para poder adaptarse a los nuevos tiempos
REPLICA EN EL RESTO DE ESPAÑA
El plan, que lleva desarrollándose desde enero, parece ser la solución que salve y mantenga el puesto de trabajo de 120.000 personas. Visto los buenos resultados que se esperan cosechar en la zona norte de España, parece que el sur debería empezar a elaborar su propio proyecto mirando muy de cerca a Ebro Foods Valley.
En concreto, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha son las comunidades de la parte sur de España más afectadas por el abandono de la actividad rural. Aunque las cooperativas de cada comunidad trabajan dentro de sus zonas para mejorar la situación de sus ganaderos y agricultores necesitan agruparse para que sus movimientos sean más fuertes. Un claro ejemplo es Andalucía, donde la mayoría de sus mayores empresarios pertenecen a este sector.
El trabajo en el campo aún debe modernizarse y digitalizarse para poder adaptarse a los nuevos tiempos. Eso supone un desembolso muy grande para estas empresas. Es por eso que crear un gran proyecto que aúne a las tres comunidades les permitiría avanzar en la digitalización del terreno haciendo que el esfuerzo sea menor.
El sector agroalimentario es uno de los sectores más necesarios del país. Es por eso que, de momento, genera tantos millones. Sin embargo, si la situación no se revierte, en pocos años el campo estará inmerso en un auténtico problema con un sector muy anticuado y sin gente que quiera trabajar en él.