Sectores para invertir

En muchas ocasiones nos planteamos realizar inversiones para percibir un dinero extra. Pero, ¿cuáles son los mejores sectores para invertir? ¿sigue siendo la industria petrolera un buen sector para invertir? y, las energías renovables, ¿son rentables? ¿Qué son las commodities? y ¿la inversión ética? En este artículo analizamos cuáles son las mejores industrias para invertir. 

Antes de nada tenemos que saber qué es la inversión. La inversión es  “la utilización de los recursos en el sector productivo o de capitales con el objetivo de lograr beneficios o ganancias y su importancia radica en lograr obtener  libertad financiera. Para realizar una inversión se debe contar con recursos financieros (dinero). Las inversiones aumentan por medio de los intereses, dividendos, acciones, apreciación de los bienes (incremento del valor) cuando se tiene ahorro debe visualizarse la porción y el tiempo de duración, de dicho ahorro, antes de tomar la decisión de invertir y definir dónde utilizar esos recursos”. Es decir, hacer una inversión siempre tiene unos riesgos. Por eso, es imprescindible saber cuál es la situación del mercado de aquellos sectores en los que vamos a invertir.

Los ‘Commodities’

Un commodity es un material tangible que se puede comerciar, comprar o vender. Normalmente se utilizan como insumos en la fabricación de otros productos refinados. Esto es, el commodity del plástico es el petróleo. Estos productos básicos pueden ser negociados en el mercado nacional o internacional. Para invertir en commodities es necesario pensar cuáles son las materias primas que más se utilizan dentro del mercado. Muchos países son los principales exportadores de un commodity en concreto y por eso, tienen una relevancia esencial en su economía.

Invertir en este tipo de productos es una buena opción ya que son productos homogéneos entre las empresas que los producen, además de ser bienes necesarios para fabricar una infinidad de productos. Los ejemplos más claros son el petróleo, el carbón y el oro. Aunque, existen diferentes tipo de commodities:

  • De energía: el petróleo resalta como uno de los más importantes. Aun así las energías renovables están en auge.
  • De agricultura: estos productos se obtienen a partir de cultivos y materias primas que forman parte de una gran cantidad de productos alimenticios; un ejemplo es el maíz, el trigo, la caña de azúcar, el café o el algodón. Por lo que invertir en cualquiera de estas industrias es una buena inversión ya que son productos necesarios para diversas industrias.
  • De metales: el cobre, el hierro, el níquel, el platino o el zinc se utilizan a diario para los procesos industriales y son indispensables para elaborar una infinidad de productos, por lo que siempre tienen una alta demanda.
  • De ganadería: en cuestiones de inversión no tienen una presencia tan tangible como el resto pero sí se pueden adquirir rentabilidad a partir de bonos públicos o privados. Lo normal en este caso es invertir comprando acciones de las propias empresas que se dedican a producir este tipo de productos.

Las energías renovables

La energía es un sector imprescindible para toda la sociedad. Gracias a esta tenemos luz, agua o vehículos. Todo parte de la producción de energía. Pero los recursos fósiles se están agotando. Por eso se está comenzando a hacer una transición hacia las energías renovables.

Las energías renovables son la energía del futuro, por lo que parece una apuesta segura a la hora de hacer una inversión.

Lo bueno que nos ofrecen estas fuentes de energía es que son ilimitadas y el impacto medioambiental que producen es mínimo o incluso nulo. Dentro de este tipo de energías podemos encontrar diversos tipos como la energía solar, la energía hidráulica, la energía eólica, la energía mareomotriz, la biomasa o la energía geotérmica. Todas provienen de fuentes inagotables de energía ya que la luz del sol no se va a pagar, el viento no va a dejar de soplar y las mareas no se van a calmar.

Por lo tanto, invertir en este tipo de energías es un acierto seguro ya que cada vez más países están instaurando más políticas públicas para que este tipo de energías sean las únicas que se utilicen de aquí a treinta años vista. De hecho, las energías renovables han ido ganando terreno al empleo de fuentes frente a las no renovables. En 2018 en España las renovables supusieron casi un 14% del uso total de la energía. Nuestro país tiene una gran capacidad para producir energía eólica y solar, por lo que no necesitamos comprarla a otros países, pudiendo ser incluso exportadores en un futuro.

 Y aunque, las construcciones suelen ser costosas, la inversión se recupera de una forma muy rápida. Para poder invertir en energías renovables existen diferentes fondos como Pictet-Clean Energy. El objetivo de esta empresa es conseguir el crecimiento del capital mediante la inversión de su patrimonio en acciones emitidas por empresas de todo el mundo que se dirijan hacia una producción y un consumo que genera menos CO2 a la atmósfera. Según el gestor del fondo Pictet Clean Energy ​​ «Hay creciente conciencia sobre el cambio climático y urgencia en acelerar la transición energética, como indican los ambiciosos objetivos de reducción de emisiones y neutralidad de carbono. La UE se ha comprometido a reducirlas 55% para 2030 en comparación con 1990 y EEUU, China, Japón, Corea del Sur, Reino Unido, Canadá e India fijado objetivos.

La rápida innovación tecnológica permitirá mayor electrificación del transporte, edificios y fábricas. A ello se añade la legislación contra la contaminación atmosférica y el cambio climático” por lo que es una inversión segura a largo plazo.

También se puede invertir en DNB Fund Renewable Energy. Este es un fondo de renta variable mundial que invierte en empresas que contribuyen a mejorar el medio ambiente. Este fondo apuesta por sectores con buenas perspectivas de crecimiento y que mejoran la creación de valor y presentan una valoración atractiva. Otro de las compañías en las que es aconsejable invertir es BlackRock: BFG Sustainable Energy Fund. Esta empresa invierte, como mínimo, un 70% de su cartera en acciones de empresas que están relacionadas con las nuevas energías.

Existe la posibilidad de invertir en empresas, en vez de en fondos. Por ejemplo, Enphase Energy es el principal proveedor mundial de sistemas de almacenamiento y energía solar y está basada en micro inversores. Brookfield Renewable Partners es otro ejemplo de energía renovable que opera con activos de energía renovable. Desde que cotizan en bolsa sus acciones han aumentado constantemente.

Invertir en petróleo y materias primas

Invertir en la industria petrolífera es muy complicado ya que tiene unas oscilaciones muy fuertes, son mercados muy agresivos pero aún así tiene una serie de ventajas. Al invertir en petróleo se ha de pensar en que la economía seguirá creciendo, por lo que es una inversión a largo plazo teniendo en cuenta que la demanda de energía seguirá creciendo, a pesar de la inserción de las energías renovables. Es un producto con una demanda inelástica, esto quiere decir que aunque su precio suba es necesario seguir consumiendola tanto para la industria como para el transporte. Por lo que el sobre coste impuesto en el petróleo se instaura también en el resto de productos.

Lo mismo que se aplica en el petróleo es aplicable en todas las materias primas. De hecho, tras la pandemia el optimismo de los inversores en este tipo de materias ha ido creciendo según datos de Bank of America. Con la reactivación de las economías, los precios de las materias primas están en auge. Por lo que resultan productos interesantes en los que invertir. Para hacer una inversión en estos existen cuatro métodos: por exposición física, compra de acciones a empresas especializadas, contratos de futuro y ETCs.

La inversión en activos físicos se da sobre todo en metales preciosos, es decir el oro y la plata. Aunque se puede invertir en este tipo de productos no es lo más recomendable ya que hay una dificultad para guardar el activo. Es cierto, que los metales preciosos se pueden guardar en casa pero cuando se habla de grandes cantidades es muy complicado tener un lugar donde depositarlos. Por ejemplo, no tiene mucho sentido comprar barriles de petróleo o de uranio. Por lo que este tipo de inversión podríamos decir que se queda exclusivamente para los metales preciosos.

Luego encontramos la opción de comprar acciones las empresas especializadas en materias primas, como son las petroleras, acereras y mineras. Lo que sucede con estos productos es que es muy fácil que caiga el precio en crudo de estos por las fluctuaciones en el mercado.

También se puede invertir en el mercado de futuros, aunque el problema aquí se encuentra en que no todas las materias primas disponen de este tipo de mercados y que normalmente se piden grandes inversiones porque los minoristas exigen barreras muy altas. 

Otro de los vehículos de inversión son los contratos por diferencia o CDF´s. Con estos se invierte en el mercado de futuros de manera indirecta, pero tienen un riesgo muy elevado.

La última opción son los ETFs o fondos cotizados, estos permiten la compra de materias primas a través de varias opciones. Son fondos cotizados en los que el partícipe compra una acción de un producto que replica la evolución del precio del petróleo.  Estos permiten invertir en empresas de productos no accesibles para los inversores minoristas a importes menores.