Los cubiertos ‘ecólogicos’ con bambú son aún más peligrosos que los de plástico

Desde que se prohibiese la venta de platos, cubiertas o pajitas de plástico, las empresas de distribución y grandes almacenes están buscando una solución sostenible y de futuro. La Unión Europea aprobó la comercialización de este menaje elaborado 100% con bambú. Sin embargo, muchos de estos productos que encontramos en las tiendas están elaborados mezclando plástico con fibras de bambú.

Esto es lo que ha denunciado la OCU y advierte que no son aptos para uso alimentario. Desde el pasado 3 de julio, la venta de productos de plástico de un solo uso llegó a su fin. Esto afecta a infinidad de productos, pero, quizás, lo que más afectado se ven son los cubiertos, platos, pajitas y bastoncillos de los oídos.

En búsqueda de alternativas, no todos los materiales se pueden utilizar. Ese es el caso los utensilios de plástico con bambú. Estos productos, en contacto con alimentos, puede ser peligroso, pues se ha detectado que pueden migrar a los alimentos sustancias usadas en su elaboración como la melamina y el formaldehído en cantidades que superan los límites de seguridad. No hay problemas en los productos que son 100% bambú, pero sí en el plástico que usa polvo de bambú como aditivo.

En el mercado podemos encontrar actualmente muchos objetos de plásticos destinados al uso alimentario en cuya elaboración se utilizan como aditivos materiales vegetales que no aparecen en la lista de sustancias autorizadas en la Unión Europea. Esto no es legal, por lo que deberían retirarse de los lineales. El bambú, el maíz y otras fibras vegetales no han sido evaluados ni autorizados como aditivos en plásticos destinados a uso alimentario y podrían representar un riesgo para la salud.

Pese a utilizar sustancias de origen vegetal como aditivo, no dejan de ser productos de plástico

FALSO RECLAMO

Según publica la OCU en su web, la cáscara de semillas de girasol es el único aditivo vegetal admitido por la legislación europea para la fabricación de utensilios de plástico destinados a entrar en contacto con alimentos. Es por eso que, desde la Organización de Consumidores y Usuarios, alertan de usar este tipo de productos.

Curiosamente, en la mayoría de los embalajes de estos utensilios, podemos ver que aparecen palabras como ‘ecológico’, ‘compostable’, ‘biodegradable’, ‘natural’ u ‘orgánico’. El peligro de este reclamo, además de ser falso, implica que los consumidores ponen toda su confianza en el producto. Otra característica común para poder identificarlos es la presencia de la palabra bambú en el etiquetado o la publicidad, utilizada como gancho al ser un término que resulta atractivo para los consumidores.

Hay que tener en cuenta que, pese a utilizar sustancias de origen vegetal como aditivo, no dejan de ser productos de plástico. Es más, en estos productos, las fibras vegetales son un aditivo, lo que hace que el plástico no sea reciclable y que el producto sea menos ecológico.

Es por eso, que, desde la OCU y el Ministerio de Sanidad, piden desechar cualquier producto de este tipo que se tenga en casa. O si se acaba de adquirir, devolverlo pidiendo el reembolso del precio. Por cierto, la venta de utensilios alimentarios elaborados 100% a partir de bambú están autorizados en la Unión Europea y no suscitan ningún tipo de riesgo para el consumidor.

Sin embargo, donde no hay ningún problema es en aquellos cubiertos, platos o pajitas que están hechos 100% de bambú. Para diferenciar unos de otros habrá que leer la composición y solo escoger productos 100% bambú.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo