Tras el verano empezamos a prestar una renovada atención a la piel que ha sufrido por el calor y las largas exposiciones solares. En este sentido, muchas personas se embarcan en toda una cruzada para volver a recuperar su mejor versión.
No podemos pasar por alto que factores como el calor, el sol, el agua del mar o el cloro de la piscina agreden la piel. De esta manera, puede mostrarse deshidratada, falta de brillo e incluso con manchas. Vamos a ver qué podemos hacer al respecto.
Exfoliar la piel
Uno de los rituales básicos para esta puesta a punto post veraniega la encontramos en la exfoliación. La piel necesita este trámite para eliminar las impurezas, así como células muertas y, por supuesto, limpiar los poros que han podido ensuciarse con el sudor.
Es recomendable efectuarla una vez por semana pero conviene ser precavidos en el caso de padecer alteraciones cutáneas como el acné, la rosácea o una dermatitis.
Hidrata como si no hubiera un mañana
Otro de los frentes que debemos vigilar pasado el periodo estival es el de la hidratación. No en vano, durante esta época del año solemos bajar la guardia y la piel puede haberse resentido por ello.
Existen infinidad de productos que nos pueden ayudar a mejorar este aspecto. Uno de los más populares es la glicerina vegetal que se halla en la formulación de muchos productos cosméticos como jabones y productos emolientes.
Sin duda, este líquido de aspecto claro y viscoso se ha ganado una fama bien merecida dado que puede servirnos para abordar incluso la flacidez de la piel o combatir las agresiones ambientales pues crea una capa protectora.
Pero no cesa ahí el plantel de beneficios:
- Es capaz de mitigar las ojeras.
- Alivia las quemaduras solares.
- Acelera la curación de heridas.
- Goza de propiedades humectantes.
Por supuesto, no debemos olvidar beber agua en abundancia para satisfacer las necesidades hídricas de la piel. Conviene destacar que entre el 15 % y el 20 % del agua de nuestro organismo se concentra en la piel pero conforme envejecemos perdemos la capacidad para retenerla. Se estima que deberíamos ingerir 1 litro y medio de agua al día para disfrutar de una piel sana e hidratada.
¡Atención a esas manchas!
El paso del sol por nuestra piel suele dejar un rastro de manchas y pigmentaciones que no despiertan grandes simpatías. Tras el verano es conveniente revisar la dermis detenidamente, sobre todo en áreas como el rostro y las manos, para detectar estos oscurecimientos. En caso afirmativo, tenemos a nuestra disposición un gran elenco de productos despigmentantes que pueden ayudarnos a borrarlas.