El petróleo ha sido, y de momento, es una de las fuentes de energía más importantes del mundo. Seguimos en un momento marcado por la transición a la energía verde, pero de momento, el petróleo sigue siendo necesario para muchos sectores, y no podemos decir que estamos en un planeta descarbonizado.
Además de ser uno de los recursos más codiciados del mundo, es una pieza clave en la economía, y por supuesto en la inversión. El “oro negro” tiene un sinfín de utilidades para la economía, y la inversión en él se puede hacer de distintas maneras.
¿ES UN BUEN MOMENTO PARA INVERTIR?
En la actualidad, se tienen dudas sobre si aún es un buen momento para lanzarse a invertir en petróleo. Es normal, la transición a la energía verde, y que el petróleo es una materia prima limitada, harán que poco a poco se deje de necesitar su uso, y por supuesto que su valor caiga. A pesar de esto, “la economía va mejor, no está totalmente descarbonizada, y por ello se supone que el precio del gas natural y del petróleo, aunque no sea tan alto como ahora, va a continuar siendo alto”, tal y como piensa Gonzalo Bernardos. Es por ello por lo que, en un futuro, la inversión en “oro negro” no sea positiva, pero hoy por hoy, no es un mal momento para apostar por el petróleo.
«El petróleo puede ser un activo para utilizar como defensa contra la inflación y contra épocas de recesión económica»
El precio actual del barril de petróleo es de 73,5 dólares. Toda inversión conlleva un riesgo, y el caso del petróleo no es una excepción. La inversión en esta materia prima es una jugada estratégica. La economía se está recuperando del batacazo del Covid 19, y por lo tanto aumentará la demanda de energía. Suponiendo eso, el precio del petróleo seguirá siendo elevado.
El petróleo es un indicador de inflación. “Este producto tiene una demanda inelástica, es decir, aunque su precio suba se debe seguir consumiendo para dar vida a toda la industria y transporte (mientras no aparezca ningún producto sustitutivo de forma definitiva)” explica el economista Juan Puente. “El petróleo puede ser un activo para utilizar como defensa contra la inflación y contra épocas de recesión económica” añade el economista.
EL PETRÓLEO, UN BIEN LIMITADO CON AMPLIA VOLATILIDAD
La volatilidad es otro de los aspectos a tener en cuenta si se realiza una inversión en petróleo. La materia prima es volátil, lo cuál puede ser un factor negativo, pero también positivo. Si se gestiona bien, un ascenso en el precio del petróleo puede resultar muy beneficioso para nuestra cartera. Desde comienzos de año, el precio del petróleo ha crecido un 45%. Es cierto que este último mes se ha visto como el precio del barril crecía y decrecía entre los 64 dólares y los 73 dólares, lo cuál es una diferencia muy amplia. Pero como se ha dicho, una buena gestión de la inversión puede ser rentable.
El punto negativo es que las energías limpias están creciendo, y las empresas gasísticas y petroleras lo saben. Muchas de ellas se encuentran inmersas en un proceso de transición verde. La aparición de una nueva fuente de energía alternativa puede afectar al petróleo, dejándolo a un lado y devaluándolo.
El petróleo es un clásico en el mundo de la inversión. En los años 70 y 80, las petroleras eran las dominantes de los mercados bursátiles globales. El mundo cambia, y “las acciones que fueron protagonistas, difícilmente lo son en otras décadas” tal y como detalla Gonzalo Bernardos. A pesar de ello, el petróleo sigue siendo una opción para invertir. No ofrecerá los mismos beneficios que en antaño, pero si nos planteamos una inversión a largo plazo, puede que sea positiva. No hay que olvidarnos de los puntos negativos que tiene, ya que el petróleo es un bien limitado y muchos expertos consideran que un mundo sin las energías alternativas no está tan lejos. Es por ello por lo que la inversión debe ser bien pensada, y analizar los pros y contras que ofrece. El petróleo, de momento, sí puede ser una inversión rentable.