El ‘milagro’ de Fridman en DIA sella su ataúd económico

Mijail Fridman pensaba que su decisión de realizar una segunda ampliación de capital de DIA en menos de tres años iba a salvar a la compañía. Sin embargo, estas previsiones no han salido como el propietario mayoritario de la cadena de supermercados pensaba y los accionistas se encuentran en una delicada posición donde no saben qué hacer con sus acciones.

El pasado mes de agosto, DIA finalizó su ampliación de capital con la intención de poder recuperarse financieramente y conseguir revertir su deriva empresarial. Pero, tal y como preveían todos los analistas, esto no está siendo posible. Desde la operación, el precio de la acción de la empresa de origen español se sitúa en los 0,0020 euros. Esto está haciendo que los inversores minoritarios no sepan qué hacer con sus acciones que siguen sin remontar en Bolsa.

Por el momento, ni compran ni venden, pero esperan que alguien les dé una solución pronto. De hecho, el próximo 15 de septiembre, DIA deberá dar la cara en la presentación de resultados correspondientes al segundo trimestre y primer semestre de 2021.

Estaba muy complicado salvar una deuda de -42 millones de euros registrada en el año anterior. Eso sin olvidar que DIA ya había tenido otra ampliación de capital apenas tres años antes. «Al final, cuando se produce una ampliación de capital lo que el inversor está recibiendo es un ‘la compañía está en esta situación crítica, vamos a hacer estos movimientos para tratar de reflotarla y alejarla de esta situación crítica’. Pero claro, si esto ha sucedido ya dos veces en menos de tres años la gente, como mínimo, se hace preguntas», explicaba a Merca2 el analista de XTB, Miguel Momobela, antes de que se realizase la operación.

La caída de las acciones es una consecuencia lógica resultado de la situación financiera de DIA

CONFIANZA DETERIORADA DE LOS MINORISTAS

Por su parte, los accionistas minoritarios no pueden decir que les pille de sorpresa la mala valoración de las acciones de la compañía. Todos los analistas veían un error su participación en la ampliación y ellos mismos dudaron hasta el último momento de si acudirían a la mesa o no. Para ellos, el precio de encaje de los títulos no estaba a su favor. Eso, sumado a la salida de la empresa del IBEX en su momento hace que la confianza de los pequeños en DIA sea nula.

Por parte de las casas de análisis la situación tampoco les da tranquilidad. Desde hace más de tres años DIA cada vez recibe valoraciones más bajas por motivos obvios. Poniendo todo este panorama encima de la mesa, el analista de XTB afirmaba que «la ampliación de capital como se interpreta es casi el clavo final en el ataúd de DIA». Y, hasta el momento, no se equivocaba.

Sin embargo, parece que la compañía vive en una realidad paralela. A los días de culminar la ampliación de capital con la presencia de los accionistas minoritarios, el presidente ejecutivo del grupo, Stephan DuCharme, afirmaba que “la culminación exitosa de la ampliación de capital demuestra de manera clara la confianza que está generando el proyecto de Grupo DIA en todos sus grupos de interés”.

LA CAÍDA DE LAS ACCIONES NO SORPRENDE

Una confianza que cada vez está más deteriorada. Fridman controla actualmente el 77% de las acciones y los minoritarios saben que están en sus manos. Sin embargo, ellos no quieren ceder su posición ante el ruso y permanecen en la lucha como Don Pelayo en la reconquista. Ellos mismos reconocen que el precio de sus acciones no va a mejorar tras la reunión del próximo miércoles, pero tampoco quieren dejar que Fridman gane y se haga con la totalidad de la empresa.

Sin embargo, esta caída en picado de las acciones de DIA tampoco ha sorprendido a nadie. Siguiendo una lógica financiera, si la empresa no está en su mejor momento, eso se traslada a la Bolsa. «A largo plazo lo que debería acabar sucediendo es que la salud financiera de la empresa siga empeorando, es decir, teniendo una segunda ampliación por delante. Tiene más contras que pros. Lo que pasará es que seguirá cayendo en Bolsa y que los inversores al final corroboren es que la entrada a esa ampliación de capital no sea la mejor idea que puedan tener», avanzaba Momobela.

A nivel de venta, en nuestro país DIA lleva años que no levanta cabeza. Tanto es así que, incluso, ha perdido cuota de mercado. Según publica Kantar, a fecha del 15 de agosto, la cadena de supermercados es cuarta por detrás de Lidl, que lleva más de un año comiéndole la tostada. Pero esto no se queda aquí, y es que la diferencia en cuota con Eroski es mínima. Si DIA no cambia su situación, podría seguir cayendo su nivel de ventas.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo