La vicesecretaria sectorial del PP, la exministra Elvira Rodríguez, cree que el Gobierno busca realmente un encarecimiento de la electricidad con el fin de reducir el consumo: «Quieren que no consumamos y por eso quieren que el recibo esté caro», asegura.
«Si hacemos seguimiento de sus manifestaciones, en el fondo lo que subyace es que quieren que no consumamos y por eso quieren que el recibo esté caro. Lo que quieren es que no se consuma», asegura en una entrevista.
La exministra y expresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) defiende el funcionamiento del mercado marginalista, pues cree que las sobrerretribuciones a la energía más barata empuja hacia menores costes, pero cree que en España el problema radica en la estructura de la tarifa, pues «hay un recibo que, además del coste marginalista, recoge veinte mil cosas más».
La propuesta defendida por el PP y tumbada en el Congreso por PSOE, Unidas Podemos y sus socios parlamentarios pasa por desplazar a los Presupuestos Generales del Estado los cargos y peajes ajenos al consumo de la factura de electricidad.
«LES INTERESA QUE EL RECIBO ESTÉ CARO»
Pese a que de esta forma este coste se sufragaría por todos los contribuyentes, ya que pasaría a financiarse por impuestos, Rodríguez cree que «se estaría pagando de otra manera y más transparente», además de hacer el recibo menos «insoportable». «Me da la sensación de que les interesa que el recibo esté caro. Si no, hay muchas cosas que no se entienden», asevera.
Otra de las críticas de Rodríguez pasa por cómo se calculan los impuestos en la factura, ya que el IVA –actualmente en el 10% tras una rebaja temporal desde el 21%– se calcula sobre el coste total del recibo, que ya incluye otros impuestos soportados en la tarifa.
Respecto a la escalada general de los precios de la electricidad, motivada principalmente por el encarecimiento del gas, Rodríguez señala la dependencia de España tras el cierre de las centrales térmicas y también cómo la Unión Europea retiró derechos de emisión de CO2, provocando que su precio subiera.
«NOS CERRAMOS UNA PUERTA CON EL CIERRE DEL CARBÓN»
«Se ha abandonado el carbón, que era la única manera de tener autonomía y de no depender de países terceros, véase Rusia o Argelia. Estamos vendidos, porque dependemos de terceros», resume la expresidenta de la CNMV.
Preguntada por si el cierre de las centrales de carbón fue precipitada, Rodríguez asegura que el fin de actividades contaminantes «será bueno para todos», si bien señala que «Europa es una isla y no va a resolver sola el problema de las emisiones de CO2 al ambiente.
«Son vasos que se van adelantando y después habrá que hacer otro tipo de políticas para los que están emitiendo más fuerte dejen de hacerlo. Pero es verdad que nos hemos cerrado ahí una puerta que a lo mejor en una crisis como esta nos hubiera ayudado», sentencia.