El Pozo se refugia en el patrocinio deportivo para favorecer su imagen

Si nos dicen El Pozo automáticamente nuestra mente se va al jamón cocido y al equipo de fútbol sala, El Pozo Murcia. Precisamente en estos patrocinios deportivos es donde la empresa cárnica ha invertido mucho tiempo y dinero en los últimos años. Es una gran estrategia para posicionar la marca y, sobre todo, para que los problemas sociales que ha sacudido a la marca en los últimos tiempos no hayan tenido tanta repercusión.

El Pozo Alimentación tiene su imagen muy ligada a grandes figuras del deporte. Es el patrocinador oficial de la Vuelta a España que se está disputando actualmente. Además, como ya hemos visto, da nombre, incluso, a un equipo de fútbol sala. La compañía murciana también está presente en el equipo Paralímpico Español para Tokio 2021; en los mundiales de bádminton, que cuentan con la presencia de Carolina Marín; y es el patrocinador del patinador Javier Fernández.

La empresa especializada en carnes y embutidos lleva años apostando por patrocinar a una diversidad de deportistas y deportes. Con este acto, El Pozo Alimentación gana notoriedad, además de asociar su imagen a un estilo de vida sana. Con este vínculo con los deportistas, hace que estos valores propios de los profesionales ganen más credibilidad.

Según la compañía, estos patrocinios los realiza porque siente que tiene el compromiso de ayudar a los agentes económicos y sociales. Realmente, El Pozo se beneficia no solo económicamente de su repercusión en los medios a través del deporte, sino que su imagen sale muy favorecida.

Con el patrocinio deportivo, El Pozo hace propios los valores de los deportistas a los que da apoyo

Tanto es su hincapié en el deporte, que también lo fomenta dentro de su empresa. De hecho, El Pozo Alimentación fue la primera organización de alimentación europea que fue reconocida como Empresa Europea del Deporte y la Salud hasta el año 2020. Este galardón lo otorga el ACES Europe y la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano DCH, promovido por el Parlamento Europeo.

CRISIS DE IMAGEN

Sin embargo, puede que también haya otros intereses detrás de estos apoyos. No cabe duda que esta imagen simpática, con valores deportivos basados en el sacrificio, la disciplina, el compromiso, el empeño, el compañerismo y la superación, le hacen que ante las crisis de imagen que ha vivido en los últimos tiempos, su repercusión mediática no sea tan feroz.

El ejemplo más claro y que más afectó a la empresa fue cuando en 2018 el equipo de ‘Salvados’ hizo públicas unas imágenes del interior de una de las granjas ubicadas en la Alhama de Murcia donde se veía en las paupérrimas condiciones en las que se encontraban los cerdos. Esta granja trabajaba con El Pozo y era una de las encargadas de suministrarle carne.

A pesar del revuelo que tuvo en su momento en redes sociales, la compañía pudo capear el temporal y salvar, al cabo de unos meses, su imagen de marca. De hecho, los propios supermercados no se plantearon quitar los productos de El Pozo de sus lineales, algo que sí ocurrió en otros países europeos.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo