BBVA ha firmado la carta de adhesión al nuevo informe del Grupo de Trabajo para la Ampliación de los Mercados Voluntarios de Carbono (Taskforce on Scaling Voluntary Carbon Markets, TSVCM, por sus siglas en inglés), que define la hoja de ruta para articular y fortalecer la integridad y transparencia del mercado voluntario de carbono. BBVA es el único banco español miembro de este grupo de trabajo.
EXPOSICIÓN CERO
BBVA reducirá a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades, antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente. Esta decisión, recogida en la actualización del Marco Medioambiental y Social de BBVA, está alineada con la propuesta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), consistente en limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5ºC y con la ambición de conseguir una economía neutra en carbono en 2050.
El director de la Oficina Global de Sostenibilidad de BBVA, Ricardo Laiseca, ha señalado que “la necesidad de llevar a cabo acciones y de disponer herramientas para movilizar el capital que necesita una economía baja en carbono se hace más urgente cada día”. A su juicio, “esto exige impulsar la transición de toda la economía”.
“Todas las empresas e instituciones financieras van a tener que adaptar sus propias estrategias y modelos de negocio. El compromiso de BBVA para alcanzar las emisiones netas en 2050 es total. Además de una clara reducción de las emisiones, también va a hacer falta un mercado voluntario de carbono que sea transparente además de robusto. BBVA respalda el trabajo del TSVCM en la promoción de un mercado genuino con una elevada integridad operativa”, ha explicado.
MERCADOS PRIVADOS
Los mercados de carbono privados voluntarios son un complemento útil a los mercados públicos. Un precio del carbono con un diseño adecuado es un elemento clave en cualquier estrategia para reducir las emisiones. Supone un mecanismo que incentiva tanto la reducción del consumo energético como la transición hacia fuentes energéticas más limpias. Establecer un precio justo para las emisiones de carbono supone un paso fundamental para gestionar el riesgo climático e impulsar la asignación adecuada de capital durante la transición hacia un mundo de emisiones cero.
A medida que crece el número de empresas comprometidas a reducir sus emisiones, y aumentan las exigencias de los inversores sobre planes de transición claros y creíbles, es más evidente la importancia de un mercado voluntario de carbono sometido a unas normas óptimas de funcionamiento. Para satisfacer esta creciente demanda hará falta un mercado 15 veces mayor que el actual, según el propio TSVCM.
TOMAR LA INICIATIVA
Por este motivo, el sector privado debe tomar la iniciativa, ofreciendo soluciones de mercado que realmente aporten un valor añadido. Así, los mercados de carbono deben desempeñar un papel clave para alcanzar los Objetivos del Acuerdo de París en 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2050. En este sentido, la coordinación entre el sector público y privado es imprescindible.
Tras una consulta pública en la que han colaborado más de 130 expertos de todo el mundo, el TSVCM ha publicado un informe con los próximos pasos para la articulación de este mercado voluntario. La hoja de ruta establece principios legales para regular el mercado y criterios comunes para garantizar que los créditos de carbono sean genuinos y que representen reducciones reales en las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, el Grupo de Trabajo trabajará a partir de ahora en la constitución de un órgano de gobierno independiente del mercado.
MIEMBROS FUNDADORES
BBVA se ha incorporado, como uno de los 43 miembros fundadores, a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés). Los bancos de esta alianza internacional se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite, en línea con la ciencia y los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París. Además, el impacto directo de su actividad también tendrá que ser neutro, algo que BBVA ya ha conseguido en 2020.
La consulta pública ha logrado alcanzar un amplio consenso en torno al mandato y la misión del órgano de gobierno, así como las bases legales por las que debe regirse el mercado y los criterios de integridad de los bonos de carbono: los Principios Básicos del Carbono (CCP – Core Carbon Principles). Además, dicha consulta ha dejado patente la importancia del papel del órgano de gobierno en la unificación de lo que actualmente es un mercado fragmentado y garantizar la calidad e integridad de los bonos.
El órgano de gobierno fomentará el desarrollo del mercado global voluntario de carbono mediante la estandarización y umbrales de alta calidad que impulsarán el crecimiento del mercado y trabajará de manera independiente del Grupo de Trabajo. Así, el mercado permitirá a los participantes operar con la máxima confianza y la seguridad de que su actividad genera un impacto positivo para el planeta y la población mundial, además de complementar sus iniciativas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
EL TSVCM
El Grupo de Trabajo para la Ampliación de los Mercados Voluntarios de Carbono (Taskforce on Scaling Voluntary Carbon Markets, TSVCM por sus siglas en inglés), es una iniciativa impulsada desde el sector privado con el objetivo de construir un mercado de carbono voluntario eficaz y eficiente que contribuya a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París. Su impulsor es Mark Carney, enviado especial de la ONU para la acción climática y las finanzas, y está patrocinado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).