La vivienda siempre está en el candelero. El acceso a ella es difícil, más para los jóvenes por las condiciones que piden las hipotecas. La tabla de salvación, que podrían ser las viviendas de protección oficial (VPO), se han convertido en una misión casi igual de imposible. Las comunidades apuestan por las viviendas protegidas ya que su precio de alquiler o compra es inferior al de la vivienda libre. Pero existe poca oferta y mucha demanda de VPO.
De hecho, el anterior ministro de Transportes, José Luis Ábalos, apuntaba que había que “incrementar la oferta pública”, ya que “tenemos en comparación con el resto de Europa un parque público lamentable de vivienda, y tenemos que incrementarlo”. La ampliación de la oferta de vivienda pública por parte de la administración puede atajar con el problema del alquiler o de la compra, pero renovar el parque de vivienda requiere de una gran inversión.
Como ejemplo de esta falta de parque de vivienda público, el Gobierno de Navarra cuenta con 2.300 VPO, de las que 338 se ofrecen en régimen de alquiler. Pero esta oferta no satisface las necesidades de los cerca de 12.000 demandante de este tipo de vivienda. Algunas comunidades autónomas ya están tomando medidas para superar este problema.
Un estudio de Aedas Homes, en el que han realizado entrevistas a 4.000 personas, apunta que, como hemos dicho, el acceso a una VPO se percibe como algo casi imposible. Los entrevistados cifran en 7,2 la complejidad de acceso a una vivienda protegida. Esta percepción tiene su eco en los datos oficiales, que confirman que el número de viviendas protegidas que se han entregado en los últimos años en España se ha reducido notablemente. Si en 2007 se entregaron 68.007, en 2019 fueron 23.401, según el ministerio de Transportes.
Por comunidades, la sensación de mayor dificultad de acceso a la VPO se observa en Baleares (7,8), Cataluña (7,6) y Andalucía (7,5). Mientras que los asturianos, extremeños, riojanos y cántabros (todos por debajo del 7) creen que es algo más factible. Además, según el número de hijos, la percepción varía: quienes tienen cinco o más hijos ven más imposible aún acceder a una vivienda protegida (8,3).
Una de las soluciones que se proponen es poner suelo en carga para producir VPO
“A la vista del escenario que arroja nuestro observatorio, parece claro que la colaboración público-privada se antoja necesariapara favorecer el acceso también a una vivienda protegida, ya sea en propiedad o alquiler”, sostiene David Martínez, CEO de Aedas. Asimismo. El directivo insta a las administraciones a trabajar en dos direcciones para dar respuesta a las necesidades de la sociedad. Por un lado, poner suelo en carga para producir vivienda protegida para la compra a precio asequible.
Por otro lado, impulsar iniciativas como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid para promover pisos en alquiler con rentas accesibles. El objetivo de este plan es poner en el mercado de alquiler hasta 25.000 viviendas a lo largo de los próximos ocho años.
PREFERENCIA DE COMPRA
Este estudio de Aedas también ha preguntado por el régimen preferido en el caso de que pudieran acceder a una vivienda protegida. El 55,1% se decantaría por la compra, el 38,8% por el alquiler con opción a compra y el 6,1% por el alquiler. Por edades, sólo los jóvenes se inclinan por el alquiler con opción a compra como primera elección, ligeramente por delante de la compra.
Esta cultura de la propiedad de la VPO se alza como mayoritaria en 16 de las 17 CCAA (en todas menos en Asturias) y registra sus máximos en Navarra (65,3%) y La Rioja (64%). Teniendo en cuenta la situación personal o familiar, la compra sería también la gran preferencia, salvo entre quienes viven con sus padres (el 54,5% opta por el alquiler con opción a compra). Un 62% de las parejas con hijos prefieren la VPO en propiedad, el 53,8% de las parejas, el 49,6% de quienes viven solos y el 47,1% de los que residen solos con hijos.