Sr. presidente, el pasado domingo publicó una carta dirigida a los militantes de su partido en la que presume de que su gobierno responde rindiendo cuentas y sometiendo su labor al análisis de la ciudadanía de forma transparente y con garantías. Por ello, estoy seguro de que agradecerá estas líneas que solo pretenden ofrecer a los lectores información relevante que usted omite en su carta. De esta forma podrán, ahora sí, conformarse una opinión fundada sobre su gestión al frente del gobierno de España.
Desde que se aprobó la ley de transparencia su gobierno ha sido, objetivamente hablando, el más opaco de la historia. El nivel de cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Transparencia y Buen gobierno no supera el 60% cuando con el ejecutivo anterior alcanzaba el 85% y ello a pesar de que 2020 ha sido el año en que menos reclamaciones se han interpuesto.
A estos datos hay que sumar la anulación de la actividad del Portal de Transparencia durante el primer estado de alarma, la suspensión de la actividad y el control parlamentario durante varias semanas de 2020 y la censura a los medios de comunicación en la versión española del «Aló Presidente» que usted y su gobierno instauraron durante la primera ola de la pandemia, entre otros grandes hitos de su oscura gestión.
Por otro lado, miente usted al afirmar que no ha recibido por parte de la oposición «ni un solo apoyo, ni en los peores momentos, ni una iniciativa en positivo, ni en las cuestiones más elementales».
Miente porque el principal partido de la oposición le ofreció hasta 11 pactos de estado que usted rechazó para conformar el «gobierno del insomnio y la indignidad» con los populistas apoyándose en los independentistas y los herederos de ETA. Y durante la pandemia, le presentó numerosos planes en el ámbito sanitario, económico y jurídico para las administraciones públicas españolas pudieran luchar contra el virus y lograr la recuperación posterior de nuestra economía. No aceptó ninguna.
Por otro lado, quien pone en riesgo las ayudas europeas es su gobierno cuando pretende reformar el Consejo del Poder Judicial en contra del criterio de la Unión Europea con el único objetivo de controlar a los jueces; vulnera la separación de poderes al situar a destacados dirigentes socialistas al frente de instituciones que deben ser imparciales (Fiscalía General del Estado, CIS, …); ataca al Jefe del Estado y otorga privilegios a aquellos que han cometido graves delitos contra la unidad nacional.
Y ya por último, sr. presidente, miente al afirmar que su gobierno está «construyendo una España más cohesionada social y territorialmente» y que la economía y el empleo se están recuperando.
En la España real, los ERTEs que como dice «han protegido millones de puestos de trabajo», fueron creados por el anterior Gobierno en el marco de la reforma laboral que su gobierno quiere derogar.
El Ingreso Mínimo Vital sólo llega a un tercio de las personas a las que prometió un escudo social; el precio de la luz ha batido todos los récords históricos durante este año sin que su gobierno ponga en marcha medidas realmente efectivas para evitarlo y hoy, 736.000 españoles que en 2019 tenían un empleo quieren trabajar y no pueden mientras seguimos siendo los campeones europeos en desempleo juvenil.
Sr. presidente, como dijo Alfredo Pérez Rubalcaba, «los españoles se merecen un gobierno que no les mienta». Abandone la literatura fantástica y póngase a trabajar a favor de España y no en contra de nuestra nación.
(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP