El desarrollo personal se caracteriza por ser un proceso cuyo objetivo es que el individuo se centre en descubrir su potencial para mejorar su vida en general. Una persona podría cambiar o transformar varias facetas de su vida para sentirse mucho más feliz, plena y realizada.
Aunque, el concepto de desarrollo personal puede parecer, a priori, algo bastante abstracto, realmente no es así. En la mayoría de los casos, el ser humano se olvida de sí mismo para centrarse solo en sortear los obstáculos de la vida. Simplemente, hay que aprender a desarrollar ciertas habilidades personales para conseguir el objetivo que perseguimos.
Salir de la zona de confort para experimentar el éxito
En primer lugar, es necesario que la persona sea consciente de la necesidad del cambio para trabajar su propio desarrollo. Por este motivo, deberá considerar cada uno de los elementos para trabajar adecuadamente un proceso, que comienza con la obligatoriedad de salir de la zona de confort.
Cualquier ser humano está expuesto a experiencias, ideas, vivencias o ciertos entornos que pueden generar cambios o alterar sus pensamientos en función de sus creencias. Esto da lugar a crear otro tipo de hábitos y comportamientos para conseguir una mayor satisfacción personal en su vida.
Hay personas que están muy cómodas y no se dan cuenta de la importancia de la superación personal y postergan el cambio, a pesar de que fuera el inicio de un proceso para un resultado exitoso. En la zona de confort hay ciertas creencias y hábitos, así como modelos de comportamiento a los que nos hemos acostumbrado, salir de ella provoca incomodidad, miedo y nerviosismo.
Aspectos que influyen en el desarrollo personal
Aunque, existen muchas técnicas que se preocupan de trabajar y conseguir resultados en el desarrollo personal, la meta siempre es la misma: lograr una vida mucho más plena y con mayor grado de satisfacción personal. En la mayoría de los casos, se necesita de profesionales en la materia como Sferamind, una comunidad de aprendizaje consciente cuyo objetivo es activar la fuerza que impulsa la transformación.
También podríamos preguntarnos qué contribuye para que se genere la necesidad de un cambio en nuestra vida para lograr mejores resultados o dejar atrás viejos patrones que no permiten que seamos felices. Estos son algunos factores a tener en cuenta:
- Los valores. Las personas deben ser coherentes con sus valores y revisarlos si quieren evolucionar y cambiar todo aquello que suponga un estancamiento. Esto no implica renunciar a lo que verdaderamente consideran importante.
- Autoconocimiento. Hay que ser sincero con uno mismo para saber las capacidades, habilidades, así como las áreas de mejora en las que se quiere trabajar. Solo con una visión realista y global podremos alcanzar mejores resultados.
- Flexibilidad. Si una persona es rígida y su tendencia es inamovible, difícilmente podrá reflexionar para enriquecerse de otros puntos de vista. Una actitud flexible permite una mayor adaptación y dar un salto para trabajar en el desarrollo personal.
- Comunicación. Las habilidades comunicativas son necesarias en todo tipo de relación, ya sea social, laboral e interpersonal. Trabajar aspectos como la escucha activa, empatía o el lenguaje no verbal son imprescindibles. Sin lugar a dudas, estamos ante la herramienta más poderosa para lograr resultados eficaces.
En definitiva, el proceso de desarrollo personal es clave para lograr mejores resultados en nuestra vida y generar cambios. Solo a través de la toma de conciencia y marcar los objetivos se puede trabajar para materializarlos.