Red Eléctrica (REE) trabaja en el desarrollo de la llamada ‘subestación digital’, un nuevo concepto de subestación con la que incrementar la inteligencia y digitalización de la red de transporte y acelerar así la transición energética.
En concreto, la piedra angular de esta subestación se basa en la implementación de nuevos sistemas de automatización y comunicación por fibra óptica, informó la compañía.
El operador del sistema eléctrico ya lleva tiempo trabajando en este camino a través de su apuesta por la innovación tecnológica, incorporando soluciones digitales a sus infraestructuras.
Entre estas actuaciones, destacan las enfocadas en las subestaciones eléctricas, puntos neurálgicos de la red y activos imprescindibles para que este proceso de transición energética alcance su objetivo.
Así, el eje principal de la subestación digital es la digitalización de las comunicaciones, la gestión de la información a través de redes de datos de fibra óptica y el desarrollo de la ingeniería de detalle y de telecontrol.
NUEVO ESTÁNDAR DE COMUNICACIÓN
Todo ello bajo un nuevo estándar de comunicación, el sistema automático 61850, que garantiza la interoperabilidad entre los diferentes equipos eléctricos y los sistemas de mando y control, ganando en eficiencia.
Este nuevo protocolo establece la implementación de soluciones que aseguran esta interoperabilidad, es decir, la capacidad de intercambiar información entre equipos de diferentes fabricantes mediante la definición de un lenguaje común y de un modelo de datos y de servicios de comunicación estandarizados que posibilitan la creación de un sistema automático de protección, diagnóstico, monitorización y telecontrol.
NUEVO PASO EN LA DIGITALIZACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA.
Esta subestación representa un nuevo paso en el camino que inició en 2005 Red Eléctrica para la digilitación de la infraestructura, con medidas como la implementación del estándar IEC 61850 en un proyecto desarrollado en la subestación de Gatica (Vizcaya) -en 2007- donde se realizó un intercambio de señales codificadas entre compañías en un transformador de distribución.
Además, en 2011 la compañía consiguió otro hito importante, esta vez en Latinoamérica, al instalar por primera vez el llamado bus de estación con el estándar IEC 61850 en el proyecto TESUR de Perú.
El siguiente avance se hizo en la subestación de Rocamora (Alicante), adaptando al estándar IEC 61850 todas las señales que viajan desde la aparamenta hasta las protecciones.
Gracias a esta experiencia adquirida, la compañía siguió avanzando en este camino con dos nuevos proyectos piloto en las subestaciones de 400 kV de Cañaveral (Cáceres) y Cariñena (Zaragoza), donde, por primera vez, implantó un bus de proceso y un bus de estación, dando un gran salto en la interoperabilidad de los datos y en la fiabilidad y la disponibilidad del sistema. Este avance se puso en servicio en la subestación de Cañaveral en 2020.