La última década no ha sido fácil para las principales compañías de comida rápida. Si bien muchas de ellas continúan aumentando sus beneficios, a nivel de imagen han tenido que cambiar diferentes aspectos de marca, así como en sus productos para encajar mejor en el imaginario público y venderse como una opción saludable dentro del mercado. En el caso de McDonald’s la estrategia desde hace años ha pasado por subirse al carro de las compañías concienciadas con el medio ambiente y la salud.
La multinacional del fast-food por excelencia sigue generando unos beneficios extraordinarios gracias a la venta de sus hamburguesas. Recientemente cerró el primer semestre de 2021 con un beneficio neto de 1.879 millones de euros suponiendo una subida del 359% en comparación con el mismo período del pasado año. Los buenos resultados se deben a diferentes factores, incluido la recuperación económica tras la pandemia, pero hasta llegar a este punto la multinacional ha tenido que cambiar muchos aspectos para renovarse y conseguir una imagen social adecuada para continuar dominando el mercado.
LA FRANQUICIA ANUNCIÓ QUE IBA A ELIMINAR TOTALMENTE LOS COLORANTES Y SABORIZANTES DE LOS HAPPY MEAL
Desde cambiar su color hasta sustituir el plástico de las pajitas por papel, la compañía lleva más de 10 años reestructurándose, a pesar de formar parte de una de las industrias más contaminantes del planeta y calificada por diferentes organismos como poco saludable, como es la cárnica. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la mercadería de la carne emite 1.6 gigatoneladas de CO2 y su producción es responsable de 14.5% del total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Es por ello que en el rumbo estratégico de McDonalds la sostenibilidad y el medio ambiente son factores fundamentales, impulsando campañas a favor del reciclaje o el movimiento ‘Happy Challenge’. Además de la imagen ‘ecofriendly’, la cadena de comida rápida, que cuenta con más de 37.000 restaurantes en todo el mundo y 535 en España según datos de Estatista, también hace lo propio con la salubridad de sus productos.
Así se puede ver en la decisión que acaba de tomar su mayor franquicia, Arcos Dorados, que opera los restaurantes de la multinacional en 20 países de Latinoamérica y el Caribe. La franquicia anunció que iba a eliminar totalmente los colorantes y saborizantes de los Happy Meal (menús infantiles), para mejorar el contenido nutricional de la comida para los más pequeños.
Del rojo al verde, pajitas de papel y cargadores eléctricos
Pero si hay un comienzo en este cambio de rumbo, se puede establecer en el año 2010, cuando tomó la decisión de cambiar su color rojo tradicional a un verde intenso que simboliza una imagen más ecológica. Por aquel entonces McDonald’s también tomó la decisión de adoptar medidas sostenibles, como sistemas de refrigeración que no afectaran negativamente al medio ambiente y el reciclaje del aceite usado para convertirlo en combustible biodiesel.
LA MULTINACIONAL YA NO UTILIZA PLÁSTICO EN SUS PAJITAS
Desde entonces y hasta hoy, la compañía no ha estado exenta de polémicas como la que tuvo en Francia en 2017 cuando la organización Zero Waste Francia hizo público un estudio en el que se decía que McDonald’s produce más de 1 kg. de desechos cada segundo en sus restaurantes y no cumplía los requisitos del país en cuanto al reciclaje. A pesar de ello, la compañía sigue con su propósito de reducir el consumo de plástico, como ya ha empezado a hacer desde el año pasado. La multinacional ya no utiliza plástico en sus pajitas de un solo uso que dan con las bebidas en los restaurantes en España. En su lugar las cambiaron por pajitas de papel. Una medida que ya se tomó un año antes en Reino Unido e Irlanda y que se ajusta a la normativa europea que prohíbe desde el 3 de julio de este año la venta de plásticos de un solo uso como pajitas, bastoncillos para los oídos o cubiertos, entre otros productos, para combatir la contaminación por plástico que inunda los océanos.
Otro de los proyectos en los que se ha envuelto es en de la movilidad sostenible. De esta manera, desde mediados de febrero de 2021 ya se pueden utilizar puntos de recarga para coches eléctricos en algunos de los restaurantes de la cadena de comida rápida. El proyecto se enmarca dentro de la iniciativa ya mencionada ‘Happy Change’, que a través de un acuerdo con Endesa X e Iberdrola pretende implantar hasta 1.500 cargadores para finales de este año. Estos cargadores rápidos de 25 kW, 50 kW y 150 kW pueden recargar la batería al 80% en un vehículo convencional, durante el rato que el cliente se toma una hamburguesa (una media hora). McDonalds cede las instalaciones y no obtiene ninguna comisión por ofrecer este servicio.
En definitiva, la transición de McDonald`s continúa y deberá someterse a las nuevas legislaciones de los principales países dominantes así como al cambio de mentalidad de la ciudadanía, tratando de encajar con los nuevos valores.