El desgaste por trabajo o síndrome burnout es común tanto en los asalariados como en los autónomos, pero puede darse de forma todavía más intensa en los emprendedores. Porque quien asume el reto de ponerse al frente de su propio negocio tiene que dedicarle muchas horas al mismo y afrontar un buen número de preocupaciones.
Que con el paso del tiempo acabe apareciendo esa sensación de hartazgo y de no poder más no es nada extraño. Sin embargo, sí hay cosas que podemos hacer para reducir la intensidad de este sentimiento y para paliar sus efectos cuando aparece. No hacer nada nunca es la solución, así que aquí tienes algunos consejos de gran utilidad.
1Crea un espacio de trabajo agradable
Lo bueno de ser emprendedor es que tú decides cómo va a ser tu espacio de trabajo, sin importar si tienes tu base de operaciones en tu propia casa o en cualquier otro lugar. Incluso si trabajas desde un coworking, podrás elegir el que mejor se adapte a tus gustos y tus necesidades.
Cada jornada laboral te resultará un poco menos pesada si tu lugar de trabajo es acorde a tu personalidad y tiene todo lo necesario para que trabajes cómodamente. Si cuentas con muebles adecuados y ergonómicos, un equipo informático de calidad, y una decoración que te guste y haga el ambiente más agradable, sentirás menos el desgaste por trabajo.