domingo, 15 diciembre 2024

Funcas cree que la banca tendría que provisionar 12.000 millones más entre 2021 y 2022

Funcas cree que la banca todavía tendría que realizar provisiones por valor de 12.000 millones de euros en las cuentas de resultados de 2021 y 2022, y prevé un incremento del crédito dudoso entre finales de 2022 y principios de 2023.

Se trata de una de las conclusiones recogida en el artículo ‘Asincronía entre morosidad y provisiones en el sector bancario’ publicado dentro de su último Cuaderno de Información Económica.

En concreto, Funcas estima que el «punto álgido» del crédito dudoso se alcance entre finales de 2022 y principios de 2023, con una recuperación posterior, de forma que la mora se situará en 2024 cerca, pero ligeramente por encima, de los niveles previos a la pandemia de Covid-19.

Además, prevé que el crecimiento del crédito dudoso sea de unos 40.000 millones de euros entre 2021 y 2022.

Por segmentos de crédito, y en términos relativos, Funcas espera que el más dañado sea el del consumo, «tradicionalmente más vulnerable».

Por su parte, el crédito hipotecario sería el menos impactado de acuerdo a las previsiones de los autores del artículo, registrando una subida más contenida tras la finalización de los ERTE, una medida que consideran que hasta el momento ha sido efectiva para contener el flujo de impagos.

Sin embargo, Funcas prevé que el mayor impacto en términos absolutos se produzca en el segmento de empresas, aunque con disparidad por sectores y por geografía.

En este sentido, el centro de análisis de Funcas espera un incremento especialmente significativo de la tasa de mora en aquellos sectores más vulnerables a la pandemia, como hostelería, ocio o transporte, etc, mientras que en sectores con una menor exposición a los efectos de la COVID-19 prevé subidas leves o incluso descensos.

MÁS PROVISIONES ANTE EL AUMENTO DE LA MOROSIDAD

Además, en el mismo artículo, Funcas señala que dado el incremento de deterioros atribuibles al efecto de la pandemia, de unos 40.000 millones de euros, y suponiendo una tasa de cobertura media del 60%, los bancos todavía tendría que provisionar «en el horizonte total de tres años», incluyendo el 2020, en torno a 24.000 millones de euros.

La Fundación de las cajas señala que el «importante» esfuerzo de saneamiento del crédito realizado en 2020 por los bancos españoles supone, no obstante, el reconocimiento anticipado de aproximadamente la mitad, un 47% de estas pérdidas asociadas al repunte de la morosidad.

«Como consecuencia, y de acuerdo a nuestras estimaciones de morosidad, las entidades españolas tendrían aún pendiente el reconocimiento de algo más de 12.000 millones de euros de deterioros de crédito en la cuenta de resultados de 2021 y 2022».

Sin embargo, respecto a los datos del sector bancario español del primer trimestre del año, Funcas señala que las dotaciones realizadas en ese periodo «presentan una notable desaceleración» en comparación con las que se realizaron en 2020, si bien se mantuvieron unos niveles superiores a los del año 2019.

El esfuerzo de provisiones del primer trimestre equivaldría, de mantenerse así en 2021, «a un tercio de lo pendiente de provisionar tras lo realizado en 2020», señala Funcas, que considera que con este ritmo «la digestión completa de los efectos de la pandemia se demoraría hasta finales de 2023, horizonte que tal vez sea considerado algo laxo por parte del supervisor atendiendo a los recientes mensajes lanzados por el mismo».

En cambio, si se quisiese acelerar el ritmo para completar «la digestión» a finales de 2022, «el esfuerzo de provisiones a realizar durante el ejercicio de 2021 debería ser algo mayor», de entre un 20 y 25% adicional, al realizado durante el primer trimestre.

En términos de impacto en la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) para el conjunto del sector, Funcas estima que la diferencia entre dos o tres años «de digestión» equivale a un punto porcentual de ROE en los resultados del año actual.

En todo caso, señala que los resultados van a ser «muy superiores» a los de 2020, que registró en torno a un 1,5% para el conjunto del sector bancario español sin tener en cuenta los deterioros de fondos de comercio en el exterior, los cuales llevaron a terreno negativo la rentabilidad del pasado ejercicio.


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