Cuando una persona empieza a trabajar por cuenta propia la incertidumbre se convierte en parte de su día a día, porque un autónomo no suele saber cuánto trabajo tendrá en un mes determinado ni cuánto ganará. Igual que hay épocas de poca actividad, también hay otras en las que sube el volumen, y es importante saber gestionar picos de trabajo.
Estos picos suelen ser estacionales y la mayoría de los autónomos quieren aprovecharlos lo máximo posible para aumentar su rentabilidad. Pero deben asegurarse de que no aceptan más obligaciones de las que realmente pueden asumir o su día a día se convertirá en una auténtica pesadilla.
3Desarrolla un plan de contingencia

A veces sucede que los picos de trabajo llegan sin que los hayas podido prever, y estos son los más difíciles de gestionar. Lo primero que tienes que hacer es no perder los nervios. Analiza bien las tareas que tienes que llevar a cabo y elabora un plan de contingencia.
Divide cada proyecto en varias tareas y planifica cuándo llevar a cabo cada una de ellas. Así consigues que poco a poco cada una de tus tareas vaya avanzando. Si te centras solo en una, te encontrarás con una acumulación de trabajo todavía mayor y crecerá tu sensación de agobio. Mejor hacer un poco de cada una de las tareas e ir avanzando de forma más o menos homogénea.