A principios del mes de junio, el presidente negaba una posible crisis de gobierno puesto que, según el mensaje enviado a los medios, el Gobierno «estaba centrado en la salida de la pandemia y en la superación de la crisis económica».
Un mes y medio después Sánchez volvía a negarse a sí mismo y anunciaba su enésima crisis de gobierno que se ha convertido en «trending topic» de la política española. Este nuevo gobierno, en palabras del presidente, «tendrá como principal tarea, consolidar la recuperación económica y también la creación de empleo y, sin duda alguna, gestionar esa enorme oportunidad que representan los fondos europeos».
Pero, ¿no debía estar centrado en la recuperación el gobierno anterior?, ¿no se había comprometido Pedro Sánchez a consolidar el crecimiento económico en junio de 2018? y ¿no volvió a prometer un crecimiento sólido en sus discursos de investidura de julio de 2019 y enero de 2020?
Estoy seguro de que si le trasladamos estas preguntas al presidente del Gobierno su respuesta sería un «sí» rotundo. Entonces, ¿mentía antes o miente ahora? La única verdad es que Sánchez miente siempre.
Sánchez miente porque es imposible creer que el nuevo gobierno logrará la recuperación cuando el equipo económico es el mismo que desde junio de 2018, mucho antes de que estallase la pandemia, ha convertido a nuestro país en el líder europeo de la depresión económica y del desempleo.
Calviño, a la que Sánchez define como «mente privilegiada» tras ascenderla a vicepresidenta primera, tiene en su haber el «gran logro» de que el crecimiento del PIB se fuese reduciendo paulatianamente en 2018 y 2019 respecto a años anteriores (3% de crecimiento en 2017; 2,4% en 2018 y 2% en 2019) para desplormarse el doble que el de la Unión Europa (UE) en 2020 (-11% en España frente a -6,4% de la UE y -5% en Francia).
No consiguió reducir el déficit público ni en 2018 ni en 2019, años en los que se mantuvo en torno al 3% del PIB, tras haberse reducido 8 puntos porcentuales durante los gobiernos del Partido Popular y en 2020 se disparó al 11% del PIB, cuando la media europea fue del 7%.
Calviño es el Pedro Solbes del sanchismo y, en unos años, admitirá que miente a los españoles por motivos partidistas.
Por su parte, Reyes Maroto ha sido incapaz de salvar el Turismo, clave en el crecimiento y la creación de empleo en España, creando corredores seguros tras la pandemia.
Y el mayor «éxito» de Mª Jesús Montero ha sido aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2021 que solo pueden definirse como «fake» pues incorporó 27.000 millones de los fondos de recuperación europeos cuando, hasta el momento, la UE solamente ha aprobado el desembolso de 9.000.
Sanchéz miente porque es imposible creer que el nuevo gobierno logrará la recuperación cuando el Banco de España, Funcas y la Comisión Europea han rebajado las previsiones de crecimiento para el próximo año debido a la quinta ola del virus –que Sánchez dice haber vencido ¡otra vez!- que se ha cobrado ya 680.000 empleos.
Sanchéz miente porque es imposible creer que el nuevo gobierno logrará la recuperación a través de la gestión de los fondos europeos cuando el real decreto que los regula rebaja el control de los mismos y favorece la ineficaci y el clientelismo.
En definitiva, el nuevo gobierno es más de lo mismo, un gobierno que seguirá ciegamente las órdenes de Sánchez aunque ello suponga profundizar en la crisis y en la ruina para España.
(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP