OHLA abre una nueva etapa tras su recapitalización

“Hoy por hoy empieza el 111 año de la empresa, el número 11 es el de la suerte para mí, y ese número será muy significativo y significa un éxito total en este proyecto”. Con estas palabras, Luis Amodio, presidente de OHLA, presentaba la nueva imagen de la compañía.

El renombramiento de la compañía supuso un día de celebración. “Ahora mismo estamos muy ilusionados, con un balance nuevo y reforzado esta compañía volverá a ser una de las grandes constructoras como lo ha sido”, destacó José Antonio Fernández Gallar, CEO de OHLA.

El cambio de nombre afectará también a las divisiones que la compañía tiene tanto en Estados Unidos como Latinoamérica y el resto del mundo. Este renombramiento marcará una nueva página en la historia de OHLA, pero no llevará a perder la esencia de la que hace gala su CEO. “Necesitamos transmitir que esta es una nueva compañía, pero siempre con el respeto a sus raíces” comentó Fernández Gallar.

Respecto al negocio concesional de la compañía, y su filial Senda Infraestructuras, es uno de los más importantes de la compañía. “Es complementario con la actividad de construcción, gracias a ello estamos donde se desarrolla de una forma notable, como Latam y Norteamérica”, apunta el CEO de OHLA.

“Vamos a medir muy bien nuestras fuerzas, porque somos conscientes de que tenemos que avanzar y progresar con paso firme”. Para seguir con esa línea, la compañía espera conseguir una media de dos nuevas concesiones cada año, y “nuestra contribución de equity siempre será proporcional a la fuerza de nuestro balance”.

OHLA cuenta con una cartera de 5.200 millones de euros, que se distribuyen en Europa, EEUU y Latinoamérica, y que abarcan todas sus líneas de actividad. La parte de construcción de la compañía prevé alcanzar una contratación de 3.000 millones de euros este ejercicio con nuevas adjudicaciones en todo su arco geográfico.

REPARTO DE DIVIDENDO

En un comunicado remitido a la CNMV el pasado junio, la compañía comunicaba que no tenía previsto repartir dividendos hasta el vencimiento de los nuevos bonos en 2026. Pero según el CEO, el objetivo de la compañía es que antes del vencimiento de los bonos se refinancien y en consecuencia se replanteará la política de dividendo.

Asimismo, también en junio OHLA cerraba la venta del 49% del histórico Old War Office de Londres a su socio en el proyecto, Hinduja. En principio, los ingresos de esta venta, en torno a 100 millones de euros, iban destinados a rebajar el endeudamiento de la compañía. Pero Fernández Gallar confirmó en la presentación que el 50% iría para la reducción de deuda mientras que la finalidad del otro 50% es dotar de liquidez a la actividad diaria del negocio y a reforzar el balance.

Respecto a las demás desinversiones que la compañía tenía previstas a principio de año, solo queda por cerrar el Canal de Navarra, que “está en proceso” según el CEO de OHLA.

ENTRADA DE LA FAMILIA AMODIO

La compra de parte de OHLA por Luis Amodio no fue una decisión a la ligera, y más cuando la rentabilidad a corto plazo no estaba asegurada. Pero los hermanos Amodio “vimos la trascendencia a largo plazo. No buscamos la rentabilidad a corto plazo, somos una familia que nos hemos dedicado a la construcción toda la vida, a los bienes raíces y sabemos que son inversiones a largo plazo” afirmó Luis Amodio.

la compañía no se plantea una fusión con caabsa a corto plazo

Según el presidente de OHLA, “no es un oportunismo”, sino una inversión a largo plazo en una constructora que los coloca en una posición privilegiada en diferentes países y sectores, algo que llevaban buscando los hermanos desde hace tiempo. Con esta compra, “nos colocamos en un solo momento en 26 países”. Es verdad que cuando entraron había “una tormenta y hoy vemos un verano de calma con sol y viento a favor”.

Igualmente, en el desembarco de los Amodio en la nueva OHLA, se planteó una fusión con Caabsa, compañía mexicana, y según Luis Amodio, se hicieron análisis, pero “por el momento vamos a seguir como estamos, vamos a ser primos hermanos y trabajar juntos”. Respecto a los proyectos en los que ambas empresas trabajen juntas, lo harán mediante una UTE, sobre todo por el conflicto de intereses. “Nunca sabemos que va a deparar el futuro, no sabemos si el día de mañana habrá una fusión o no, eso lo dejamos al tiempo y al destino”.

Jaime O
Jaime O
Redactor de economía y empresas especializado en Construcción, Inmobiliario y Transporte