Desde hace varias décadas, la industria alimenticia está viviendo una verdadera transformación. En estos últimos años todas las empresas del sector están reduciendo considerablemente la cantidad de azúcar de sus productos. Esto va en consonancia con los hábitos alimenticios de la población, que cada vez cuida más su salud y se preocupa por los ingredientes que contiene.
En esta línea, Baïa Food ha decidido dar un paso más allá y reinventar el sector de la alimentación. “Baïa Food es una empresa food tech española que tenemos como propósito mejorar los hábitos alimenticios de la población a través de una alimentación natural. El foco lo tenemos puesto en la reducción del azúcar y los edulcorantes artificiales. Para eso, lo que estamos haciendo es desarrollar soluciones y alternativas naturales ricas en miraculina, que es una proteína. Esta proteína está presente en una fruta africana, es una baya o fruto rojo del tamaño de una aceituna y que es capaz de transformar el sabor ácido a dulce, esto nos va a permitir disfrutar del dulzor sin ingerir estos azúcares”, explica Guillermo Milans del Bosch, cofundador de Baïa Food.
La baya que contiene esta proteína se cultiva en África Occidental, mayoritariamente en Ghana, Costa de Marfil y Benín. Esta fruta se ha ganado el calificativo de “baya milagrosa” ya que es capaz de transformar la percepción del sabor ácido en dulce durante aproximadamente los 90 minutos posteriores a su consumo.
“Creemos que va a tener un impacto importante en el campo de la salud. Sobre todo, para personas que tienen restricciones alimenticias como pueden ser las personas diabéticas. Pero también para aquellas personas que tienen trastorno del gusto derivados principalmente de tratamientos farmacológicos como la radioterapita. La gran mayoría de pacientes tienen un efecto secundario conocido como disgeusia que hace que todo les sepa a metálico y convierte la experiencia de alimentación en algo horrible. Esta proteína les ayuda a tener una percepción más agradable de los alimentos que les causa picor, quemazón, etc”, apunta el cofundador.
A UN PASO DE SU COMERCIALIZACIÓN
Pero no solo en el campo de la salud va a ser una revolución, también en el de la alimentación. “A día de hoy, el consumo de la miraculina se hace en dos pasos. Primero se toma la fruta o un producto derivado de esa fruta y luego se consume un alimento ácido que voy a percibir dulce. Por ejemplo, primero me tomo la fruta y después pruebo un yogur. Ese yogur, que no está edulcorado, lo vamos a percibir como dulce a pesar de ser ácido”.
Sin embargo, desde Baïa Food están dando pasos para intentar simplificar su ingesta. “De momento se necesitan esos dos pasos. Estamos haciendo mucho I+D+i para ver si somos capaces de introducir esta proteína dentro de alimentos y bebidas para simplificar su consumo. Sobre todo, para aquellas personas que no tengan una patología o una afección de salud”, destaca Milans.
Queremos ver Si podemos introducir la proteína dentro de alimentos y bebidas
La Unión Europea tiene una regulación alimenticia muy estricta, sobre todo si ese alimento en cuestión es nuevo. “La UE exige, a través de la normativa de Novel Foods, que cualquier empresa que quiera comercializar cualquier alimento que no tenga historia de consumo debe primero demostrar su seguridad. Nosotros como compañía lo que hemos hecho en los últimos años, llevamos desde 2013 trabajando en este proyecto, ha sido montar la cadena de suministro en origen, desarrollar este producto estable en base a requerimientos de calidad europeos y a partir de ahí hemos realizado todo un dossier en el que hemos generado evidencia científica propietaria que demuestra la seguridad de este alimento», señala.
«Todo eso se lo hemos presentado al regulador, que, a través de la Oficina de Seguridad Alimentaria, ha evaluado nuestro dossier y ha concluido que es seguro. Ahora lo que queda es la ratificación en el diario oficial de la UE, que esperamos que sea pronto por lo que antes de que acabe el año ya vamos a poder salir al mercado con estos productos”, detallan desde Baïa Food.
NO ES UN EDULCORANTE
Ahora, el objetivo de la empresa es empezar a comercializarlo. “A través de este proceso regulatorio lo que hemos conseguido es una protección comercial, un derecho en exclusiva para comercializar esta fruta en todos los países de la UE. Nuestro foco inicial va a ser la comercialización en el territorio comunitario. Actualmente tenemos un ecommerce más nacional, pero con esta autorización vamos a poder dar el salto y expandirnos a nivel europeo en una primera etapa. Esperamos que a partir de 2022 podamos acudir a otros mercados como puede ser el estadounidense”.
Milans deja claro que esta baya no es un edulcorante per se y que no actúa como lo puede hacer el azúcar o la sacarina. “Es un transformador del sabor, es una categoría nueva que vamos a traer al mercado y, por lo tanto, también vamos a tener seguramente que, en los primeros años, educar al consumidor a que entienda bien esta nueva categoría”. El objetivo es que el consumidor tome conciencia sobre lo que está tomando y decida de forma personal si quiere ingerir un alimento dulce.