Las filiales españolas de Huawei, Samsung, Orange y Vodafone facturan de manera conjunta más de 11.000 millones de euros en nuestro país. Son marcas muy reconocidas en sus ámbitos de actuación, todas tienen ya un fuerte arraigo; y también un denominador común: sus máximos responsables no son españoles.
Diversas fuentes del sector consultadas por MERCA2 argumentan que todo tiene cierta explicación. Pero solo “cierta”. La realidad es que los principales actores de la industria tecnológica y de las telecomunicaciones en España son foráneos. Desde Tony Jin Yong en Huawei a Colman Deegan en Vodafone; pasando por Ying Xue en ZTE a Seung Joo Shin en Samsung, y terminando por Jean-François Fallacher en Orange.
A todos ellos falta por sumar el sustituto de José Antonio López en Ericsson España, que también podría ser internacional -aunque ahora se encuentra de manera interina Javier García-. ¿Y qué le llevaría al fabricante sueco a elegir un CEO extranjero? Su elección, al igual que en todas las demás compañías, viene marcada por dos cuestiones: la idiosincrasia de la empresa y las necesidades el momento.
El primer axioma explica ciertos movimientos, que no todos. Fuentes expertas del sector aseguran a este medio que, por normal general, los asiáticos suelen tener un fuerte control sobre sus filiales. De este modo, y por norma general, en los mercados donde operan sitúan perfiles de sus geografías y cuya exposición en el ámbito de las relaciones públicas es escasa.
LOS OPERADORES DE TELEFONÍA
Por lo que respecta a los operadores de telefonía, sin entrar en la consideración del austriaco Meinrad Spenger en MásMóvil -que él mismo es la esencia de la compañía-, tanto Orange como Vodafone apuestan por CEO internacional desde hace años.
El operador rojo tiene matices. En primer lugar porque hace una década tuvo a Francisco Román el frente de la compañía; y porque el propio Antonio Coimbra se le consideraba un directivo con ascendencia ibérica (como buen portugués). Aunque de por medio estuvo como CEO el sudafricano Shameel Joosub, y la actual apuesta es por un irlandés.
Por lo que respecta a Orange, desde 2007 no se ve un máximo responsable español. Desde el cambio de marca de Amena, y estando Berlarmino García al frente, la sucesión de consejeros delegado han tenido acento francés. Jean Marc Vignolles, Luarent Paillasot, y actualmente Fallacher.
En ambos casos, supuestamente hay explicación para que todos los movimientos terminen con un español fuera del máximo cargo. Bien por coyunturas concretas de las marcas, por confianzas sobre directivos para ejecutar ciertos mandatos… la realidad es siempre la misma al final de la ecuación. Y todo ello con algún que otro candidato con posibilidades reales de haber aspirado a ser CEO.
OTRO EJEMPLOS
Junto a estas empresas del sector tech y telecos, también hay otras grandes compañías internacionales que, por ahora, tienen apuesta española en sus filiales ibéricas. Es el caso de Microsoft con Alberto Granados. Además, el gigante informático ha tenido hasta una mujer al frente, Pilar López. Un doble combo que se hace impensable en otras empresas.
De igual manera, Lenovo -de origen chino-, por el momento tiene puesta plena confianza en Alberto Ruano. En el caso de LG, de origen coreano, Jaime de Jaraíz es otro de esos españoles que lideran filiales internacionales. Además, en el caso de la compañía de electrónica de consumo, se da la curiosidad de que en España es la única región de todo el mundo donde no hay un surcoreano al frente. Habrá que ver si esta situación se mantiene en el tiempo.
Con estas excepciones se rompe esa tendencia. Aunque debido a la importancia de esas cinco empresas para el entramado de la conectividad en España: Huawei, Samsung, ZTE, Orange y Vodafone, se trata de una tónica demasiado generalizada. Quizá que muchas cuestiones regulatorias se resuelvan en Bruselas lleva a que las filiales no necesiten una presencia corporativa nacional; o simplemente estrategia.