La semana pasada se anunció el acuerdo entre Estados Unidos y Europa para suspender los aranceles mutuos por un periodo de cinco años. El conflicto entre ambos surge en el sector aeronáutico por las subvenciones a sus fabricantes de aviones Airbus y Boeing.
Tras 17 años de guerra, ambas instituciones parecen haber llegado a un acuerdo. Esta medida no solo repercute en el mundo aeronáutico, sino en otros sectores que se estaban viendo perjudicados por esta batalla. Uno de esos campos es el agroalimentario, donde se encuentran productos como el vino o la carne.
Daniel de Miguel, director de Internacional de INTERPORC, ve como algo positivo este avance para la industria cárnica. “Nosotros vemos muy positivo este acuerdo porque pensamos que mantener este tipo de acuerdos comerciales con un bloque tan importante como EEUU es fundamental y otorga una estabilidad para que las empresas puedan plantear sus estrategias a largo plazo en promoción y en venta”.
Sin embargo, aclara de Miguel que el mercado estadounidense no es especialmente importante para su sector. “Entrando en el sector porcino en particular, es verdad que no es un mercado prioritario por la escasez de sus ventas. También hay otros productos particulares como el jamón curado, la paleta curada, que no se han visto afectados por este tema. De hecho, sus ventas de los últimos dos años han continuado estables e incluso creciendo”.
PRIORIDAD DE EXPANSIÓN POR ASIA
La expansión de la industria cárnica se está produciendo en Asia. “El continente asiático es el que más acapara nuestras ventas de carne de porcino y derivados. Pero, sí que es cierto, que en el jamón curado sí hemos observado un buen comportamiento de las ventas. Estamos entorno a las mil toneladas exportadas en el último año de jamones y paletas curadas de España a EEUU. Con lo cual es una cifra importante, hay muchos hispanos parlantes en EEUU, se conoce la cultura, y hay poder adquisitivo. Con lo cual son productos que encajan bastante y ya ha habido industrias que en los últimos años han conseguido la homologación. En el caso de la carne fresca, es cierto que hay dos o tres industrias autorizadas para enviar carne de cerdo de capa blanca, por lo cual el impacto a nivel sectorial no es enorme pero sí que creemos que en los próximos meses ayudará a vender piezas determinadas que sí que tienen acogida allí”, explica el directivo.
Daniel de Miguel cuenta que en el año 2019 se contabilizó entorno a los 7 millones de toneladas de carne blanca. Sin embargo, en 2020 ya se empezó a notar la imposición del arancel porque las ventas comienzan a caer pasando a las 1.200 toneladas. “Pero estamos hablando de cifras que están representando al 0,3% en volumen de nuestras exportaciones y el 0,5% en valor porque el sector porcino exportó el pasado año casi 3 millones de toneladas. De las 5 mil o 6 mil toneladas que se exportan a EEUU frente a los 3 millones de toneladas pues no es algo relevante”.
SE ESPERA UN AUMENTO EN EL CONSUMO ESPAÑOL
Además, el director de Internacional ha desvelado los retos a los que se enfrenta el sector. “Uno de los retos que tiene el sector porcino es diversificar. Estamos muy concentrados en Asia porque está la demanda. Estamos muy bien posicionados porque allí las empresas están homologadas, han invertido para ello y estamos siendo capaces de transmitir el modelo europeo de producción, de seguridad alimentaria, de calidad, de bienestar animal. Pero tenemos mucho que hacer todavía en el continente americano y latinoamericano, sin olvidar que EEUU es un mercado muy productor, con una tasa de autoabastecimiento superior al 110% por lo que exporta mucho y no necesita tanta materia prima. Además, estamos haciendo muchos esfuerzos desde la interprofesional en hacer acciones en continentes nunca pensados hace diez años como África o Latinoamérica para diversos productos”.
De Miguel también ha comentado la situación de la industria cárnica en el país. “La producción en España de carne blanca ha crecido ligeramente pero siempre teniendo en cuenta esos retos de protección al medio ambiente y de bienestar animal. Entonces las empresas están siendo obligadas, por las distintas políticas que hay de la UE, a incrementar todo el tema de la eficiencia en el uso de recursos y también en la incorporación de la tecnología y la innovación para contaminar menos, produciendo más, que es lo que se está haciendo”.
El sector también se muestra esperanzado en que el consumo mejore a lo largo de este año. “Para el 2021 pensamos que el consumo va a depender, por supuesto, de cómo se reactive el tema de la pandemia. Los hábitos de consumo han cambiado, pero no sabemos si han cambiado totalmente o parcialmente en cuanto al consumo doméstico o extra doméstico. Durante la pandemia hemos visto que el consumo doméstico de carne se ha incrementado bastante, es una proteína que a la población sí que le gusta y esperamos que ahora con la reactivación de la normalidad el consumo extra doméstico aumente y tengamos mejores resultados”.
