Parece que el teletrabajo no ha venido para quedarse. Según Savills Aguirre Newman, en 2022, las oficinas van a ser el principal foco de inversión en el mercado inmobiliario a nivel mundial. Concretamente en Barcelona, la inversión en este segmento durante el primer semestre de este año superará los 545 millones de euros, lo que implica un 73% más que en el mismo periodo del año anterior.
Según el informe elaborado por Savills, las oficinas van a ser el activo dominante en 2022, además de ser un mercado donde se prevé un mayor capital internacional con una participación del 47%, y sobre todo de países vecinos. Por el contrario, la inversión de origen doméstico será del 53%. En ciudades asiáticas como Pekín o Seúl, las oficinas acapararán el 60% del volumen total de inversión, mientras que en Londres o Zúrich la inversión será del 50% del total.
Por su parte, en Madrid está previsto que el mercado de oficinas llegue a una inversión del 35%, tras un inicio de 2021 bastante pobre. El primer trimestre en la capital cerró con un volumen de absorción de 84.000 m2, lo que supone una caída del 23% en comparación con el mismo período del año anterior.
El director ejecutivo de la división de oficinas en Savills Aguirre Newman, Hipólito Sánchez, destaca que “con la inmunidad de rebaño consolidada en muchos países a partir del mes de septiembre, la actividad de las empresas comenzará a remontar. En ese momento los inversores retomarán la confianza en las oficinas como asset class, aumentando los volúmenes de inversión a niveles similares a pre pandemia para 2022 en España”.
BARCELONA Y MADRID, CARA Y CRUZ
En la ciudad condal el mercado no solo se está recuperando, sino que además bate su récord histórico desde 2008. Según datos de CBRE, la inversión llegará y superará los 545 millones de euros, como hemos dicho antes. Este será el mejor semestre del sector en trece años, y el distrito del 22@ concentra el 97% de las inversiones en Barcelona.
La capital catalana tiene un importante papel en cuanto a las inversiones en oficinas en el conjunto nacional, ya que absorbe el 88% del total. Esto se debe a varios factores: primero, la alta liquidez que existe ahora mismo en los mercados; segundo, la inversión contenida que proviene de 2020; y, por último, la excelente evolución de los indicadores en el sector inmobiliario en Barcelona durante los últimos 5 años. “No es una cifra habitual, y muy probablemente se atenúe en los próximos meses, pero sí podemos afirmar que el peso de la inversión de Barcelona respecto al volumen nacional durante 2021 será alto”, apunta Güell.
Sin embargo, en la capital española la imagen es diferente. Las operaciones de inmuebles entre 500 y 1.000 m2 son las que más perdieron, con una caída de 15 puntos respecto al mismo periodo de 2020, quedándose en un 19,6% de las inversiones del primer trimestre. También descendieron las operaciones de grandes superficies (más de 1.000 m2), que pasaron de ser el 28,8% a finales de 2020, a ser el 23,9% en este trimestre.
Los datos positivos es que los inmuebles de menos de 500 m2 han aumentado cuatro puntos porcentuales, llegando al 56,5%, y las operaciones en inmuebles de más de 5.000 m2 se mantienen estables con respecto a la media histórica.
Se espera que, en Madrid, hasta diciembre, se entreguen casi 241.000 m2 distribuidos en cinco proyectos de obra nueva y 18 rehabilitaciones, de los cuales solo 165.000 m2 se incorporarán al mercado como oferta, ya que el 32% restante está comprometido por contratos de prealquiler. Además, se prevé que en 2022 el volumen de superficie nueva rozará los 200.000 m2 repartidos en 17 activos, ocho de nuevo desarrollo y nueve rehabilitaciones.
CAMBIO DE MODELO
También se ha registrado un aumento de transacciones por los espacios flexibles, que se consolidan como una alternativa para las empresas. Estas son una evolución de las oficinas tradicionales, que se han adaptado para ofrecer las mejores soluciones a las empresas según sus necesidades.
En el primer trimestre de este año, las operaciones de este estilo han aumentado un 85,4% respecto al último trimestre del pasado año. En Barcelona se han cerrado 2.521 transacciones mientras que en Madrid han sido 2.454.
Pero este aumento no se refleja en la ocupación de dichos espacios. Se trata de operaciones para el futuro, cuando las principales compañías decidan que la vuelta a la oficina se haga efectiva. La tasa de ocupación de los espacios flexibles es ahora mismo en Barcelona de un 66% y en Madrid de un 63%, según los datos de CBRE.
El perfil demandante sí que ha traído un cambio de tendencia. Anteriormente, las empresas tecnológicas y start up eran las mayores demandantes, pero actualmente, según CBRE, el 60% de las oficinas flexibles demandadas irán para empresas que no habían utilizado este servicio. Además, el 41% de las empresas han pedido espacios con más de 100 puestos de trabajo.