El aborto espontáneo es la interrupción involuntaria de una gestación y generalmente ocurre durante las 12 primeras semanas. Se trata de un problema muy frecuente, teniendo una incidencia de hasta el 20%, pero es probable que sea aún mayor debido al gran número de pérdidas precoces en mujeres que desconocen su estado.
Tal y como explica el ginecólogo de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional de Madrid, Sebastián Sessa, las causas pueden ser de origen embrionario, las cuales constituyen la mayor parte de los abortos, y son debidas a una alteración a nivel del propio embrión, y de origen materno, siendo éstas cuantitativamente menores.
Según este especialista las alteraciones del propio embrión pueden clasificarse en alteraciones morfocinéticas, «el embrión no es capaz de completar los pasos necesarios para que la gestación avance, deteniéndose el desarrollo de la misma. Dichas alteraciones dependen a su vez de otros factores como calidad ovocitaria, calidad espermática, correcta interacción del embrión con el medio, consumo energético, etc.
Alteraciones genéticas, «cuando el embrión no posee una dotación cromosómica correcta, y en la mayoría de los casos, este hecho conduce a la detención de la gestación. La tasa de alteraciones genéticas o tasa de aneuploidías, depende directamente de la edad de la pareja (fundamentalmente de la edad de la mujer), y es por ello, que, a mayor edad, mayores serán las posibilidades de tener un embrión genéticamente anómalo, y, por tanto, un aborto», asevera el ginecólogo.
Las causas del aborto espontáneo del primer trimestre de origen materno, aunque son menos frecuentes, tienen una enorme importancia porque, en ocasiones, son subsidiarias de tratamiento. El doctor Sebastián Sessa las divide en causas uterinas: pólipos, miomas, malformaciones uterinas, etc., trombofilias, alteraciones inmunológicas, endocrinas, infecciosas, ambientales y alteraciones en el microbiota uterino, entre otras.
«Los síntomas pueden ser muy variados, y cursar desde una manera totalmente asintomática, hasta un cuadro de dolor abdominal severo acompañado de una hemorragia vaginal intensa», subraya el doctor.
El diagnóstico será clínico, analítico y/o ecográfico. «A nivel ecográfico deben cumplirse algunos de los siguientes criterios: ausencia de una gestación intrauterina previamente visualizada; cese del latido cardíaco embrionario; longitud cráneo caudal del embrión mayor o igual a 7 mm y sin latido cardiaco; media del saco gestacional mayor o igual a 25 mm y sin embrión; ausencia de latido cardiaco más de 2 semanas tras una ecografía en la que se veía saco gestacional sin vesícula vitelina o ausencia de latido cardiaco más de 11 días tras una eco con saco gestacional y vesícula vitelina», expone Sessa.
Tratamiento
En aquellos casos en los que se confirme un aborto, «debemos asegurarnos de que el útero esté vacío o tenga mínimos restos que puedan expulsarse por sí solos. En caso de que esto no se cumpla, y dependiendo de las circunstancias individuales de cada paciente, podremos proceder a la evacuación del contenido uterino mediantetratamiento médico con prostaglandinas o un legrado obstétrico evacuador», indica el doctor.
El doctor Sebastián Sessa recomienda hábitos de vida saludables, con la realización de ejercicio moderado y una dieta sana y equilibrada, para el desarrollo favorable del embarazo.
Asimismo, el experto afirma que el aborto, es una entidad frecuente, siendo en la mayoría de los casos un episodio aislado en la vida reproductiva, que no dará lugar a una situación de esterilidad futura. Advierte que la demora en la edad de la maternidad aumenta sustancialmente el riesgo de aborto y que, estando embarazada, se evite la automedicación, así como el consumo de tóxicos.