sábado, 14 diciembre 2024

El escudo antiopas se rompe con Telefónica y Repsol saneadas y en muchas quinielas

En pocos días se van a solapar dos realidades que pueden cambiar el organigrama empresarial español. Así, el próximo 30 de junio acaba el llamado escudo antiopas que activó el Gobierno en marzo de 2020. Y, a su vez, lo hace en uno de los momentos más calientes para el sector de fusiones y adquisiciones (M&A), gracias a las actuaciones de los bancos centrales que han regado el mercado de dinero barato. Pese a la situación un posible asalto a un gigante español como Telefónica o Repsol es difícil, pero cada vez menos descartable.

Y lo es, básicamente, porque su valoración bursátil es similar a la que tenían hace un año, mientras que están mucho más saneadas. En especial, en el caso de Telefónica. Así, la firma que preside José María Álvarez-Pallete ha cerrado recientemente dos operaciones muy importantes para reducir su endeudamiento. Su gran talón de Aquiles. También para incrementar sus aspiraciones a generar un gigante en Reino Unido.

Además, reúne algunas de las condiciones que más se valoran a la hora de estudiar una opa. Una ventaja competitiva evidente en el mercado español y brasileño en forma de cuota de mercado y marca. Una generación de flujo de caja muy elevado que es lo que paga al final los dividendos y retribuye al capital. De hecho, en las cuentas de 2019 la generación libre de caja se incrementó un 20,6%. En 2020, pese a las dificultades de la pandemia la cifra se mantuvo hasta los 6.581 millones.

En definitiva, Telefónica con sus problemas sigue siendo un maná de dinero interesante. Por último, también es importante el descuento de su valoración. De hecho, hoy en día cotiza valorada en algo más de 24.000 millones, mientras que su patrimonio neto y la caja superan los 25.000 millones.

REPSOL OPERA CON MÁS DESCUENTO Y MENOS DEUDA QUE TELEFÓNICA

Por todo ello, Telefónica puede entrar en más de una quiniela de posibles grandes movimientos futuros. La otra gran firma podría ser Repsol, dado que presume de un descuento (el valor en libros frente a su cotización) todavía más alto que en la operadora y también es una firma con cierto poder oligopólico y mucha generación de caja. Además, su ya confirmada, y avanzadas, inmersión en energías renovables le convierte en un buen candidato para firmas privadas a las que se les exige cada vez más una tendencia hacía dichas inversiones.

Pero empecemos por el balance. Repsol puede presumir de mantener un endeudamiento limitado y valor patrimonial muy por encima de su cotización. En cuanto a lo primero, la energética española tiene una deuda neta de 6.452 millones, lo que supone un 22,8% menos que hace un año. A su vez, su patrimonio neto asciende a 20.500 millones, mientras que su cotización, pese al acelerón de las últimas semanas, apenas supera los 17.000 millones.

Además, sobresale su capacidad para generar caja y pagar dividendos. Así, la generación de efectivo de explotación, lo que ingresó menos lo que gastó por su negocio, se dobló en el primer trimestre de 2021 frente a hace un año. Si solo nos atenemos al flujo de caja libre el incremento fue del 31%. Pero en el peor año de su historia, con el mundo prácticamente parado, todavía fue capaz de generar cerca de 2.500 millones.

EL CAPITAL PRIVADO ACUMULA RECURSOS Y HAMBRE DE EMPRESAS

Las cifras de ambos gigantes son llamativas por su nombre e historia, pero hay muchas más firmas en el radar. Incluso un gigante en ciernes como Cellnex podría atraer a grandes fondos privados por su holgada ventaja, al ser uno de los pocos grandes jugadores de su sector, o la generación de dividendos futuros. Aunque las más evidentes podrían ser algunas firmas inmobiliarias, que todavía cotizan con un exceso de descuento, y más firmas renovables.

Dos sectores, el energético y el inmobiliario, que se han vuelto primordiales para el Gobierno, ahora quedarán al designio de ciertos gigantes del capital privado. Unos colosos que, además, tienen las alforjas a rebosar. El fondo más grande del mundo, Blackstone, recaudó solo en 2020 cerca de 80.000 millones de euros para ser invertidos. Recientemente, otro de los titanes como KKR logró captar unos 15.300 millones de euros en un tiempo récord para un fondo propio, según publicó Reuters.

Y, además, están sedientos de nuevas compañías para dar salida a esas montañas de dinero. Apollo, otro fondo bien conocido en España se gastó 4.100 millones para adquirir a Verizon dos compañías digitales como Yahoo y AOL. Unos días más tarde desembolsó más de 5.100 millones en casinos en Las Vegas. Por su parte, KKR se hizo con el gigante Global Atlantic.  

Así, el sector M&A está más vivo que nunca. Aunque en Europa su crecimiento ha estado más paralizado, de hecho, entre las cinco regiones donde se han firmado más tratos solo aparece Francia y es el cuarto puesto. Los gigantes del capital privado pueden poner la mirada en España con más intensidad más pronto que tarde. Y el fin del escudo antiopas el próximo 30 de junio podría ser la mecha que estaban esperando.


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