Las cuentas bancarias ya no dan tanto como antes

Hubo un tiempo en el que las tarjetas ofrecían muchas promociones por su uso. Los bancos, además, ofrecían recompensas como televisores, iPads, cámaras de fotos, viajes, ventajas bancarias o la eliminación de las comisiones si abrías una cuenta con ellos y domiciliabas tu nómina.

La adopción de soluciones online por parte de los clientes, los altos costes que tienen los bancos por el mantenimiento de oficinas, plantillas y recursos físicos, unido a los bajos tipos de interés hace que estas entidades tradicionales tengan que reducir sus costes. Sin ir más lejos, a principios de abril de 2021 BBVA anunciaba un despido colectivo que podría afectar a más de 3.000 empleados. Además, muchos bancos están reduciendo la oferta de ventajas para aquellos clientes que no tienen contratados otros productos o servicios o simplemente no tienen la nómina domiciliada.

Además, la estrategia de los grandes bancos ha pivotado, por el momento, hacia la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos cobrando por el mantenimiento de tarjetas y cuentas. Los tiempos en los que las cuentas ofrecían ventajas a los usuarios son cosa del pasado. Las tarjetas asociadas a las cuentas ya no ofrecen promociones a sus clientes. Es más, muchas de ellas suponen un gasto para el usuario por su mantenimiento. Lo mismo ocurre con las cuentas corrientes y su mantenimiento: si no cumples los requisitos suponen un gasto extra en comisiones. Y las pocas que todavía siguen ofreciendo beneficios, en realidad son puntos que se acumulan para conseguir productos que, al final, o nunca se canjean o cuestan mucho tiempo poder conseguirlos.

Por esta razón, en estos momentos existe una necesidad por cubrir para los clientes: productos que den a sus usuarios ventajas y se adapten a lo que necesitan para su día a día.

Muchos neobancos, entidades online y FinTech se han dado cuenta del interés que los usuarios siguen teniendo por contar con tarjetas que les supongan un beneficio directo en sus compras diarias. Estos nuevos competidores tienen una ventaja competitiva versus la banca tradicional: no arrastran los gastos que están vinculados a grandes plantillas y a oficinas físicas, por lo que les da la posibilidad de ofrecer ventajas a sus clientes.

A este movimiento se le suma que el 77% de las personas se muestran abiertas a pasar sus finanzas a bancos online para empezar a gestionarlas por su cuenta. Esta cifra es todavía superior entre los más jóvenes: las personas de entre los 25 y los 35 años están dispuestos a gestionar sus finanzas de forma online en un 85%, según un estudio de ID Finance, la FinTech española especializada en la creación de servicios bancarios digitales.

Para dar respuesta a esta demanda, ahora en España, comienza a operar Plazo (www.plazo.es), un nuevo servicio bancario de ID Finance. Se trata de una alternativa que cumple los requisitos de los clientes que no quieren pagar comisiones por sus cuentas porque es gratuita. Además, los clientes cuentan con la seguridad de tener una cuenta española con una tarjeta asociada (virtual y física) totalmente gratuita.

Pero no solo eso, a diferencia de sus competidores, Plazo llega con recompensas directas que supone una ventaja sobre el resto. Alessandro Ceschel de Plazo explica que “Plazo devuelve hasta 30 euros por las compras diarias que realice el cliente en los supermercados. Esto supone un beneficio real, tangible, que el cliente puede obtener simplemente por usar la tarjeta. Además, Plazo es rápido: en 3 minutos te puedes dar de alta y activar tu tarjeta. Y como no podía ser de otra manera, sin comisiones y 100% móvil.”

Las personas consultadas por ID Finance en su estudio daban tres razones por las que pasarían sus ahorros a una cuenta online: uno, que sea segura; dos, que no cobre comisiones; y tres, la facilidad en las gestiones. Plazo cumple con este triple requisito para comenzar a ser una solución ajustada a las necesidades diarias de los consumidores.