Metro de Madrid en obras: objetivo quitar el amianto y evitar las inundaciones

Llega de nuevo el verano a Madrid y con él las obras en las líneas de Metro. Otro año más para hacer transbordos y conexiones imposibles para llegar a trabajar o a casa. Y Gran Vía sigue sin abrir todavía. Eso sí que es una obra y no la de la Sagrada Familia.

El plan de mejora y renovación de la línea de Metro afectará a las líneas 6, 7, 9 y 12 MetroSur, lo que implicará el cierre de algunos de sus tramos. Algunas de las mejoras que acometerá Metro son trabajos de desamiantado, todavía presente en algunos puntos de la red viaria y que se utiliza como material aislante pero que está prohibido su uso en España desde 2002.

Metro de Madrid todavía sigue haciendo trabajos para retirar el amianto que se utilizó en algunas instalaciones de su red. Igualmente se está retirando en otros ámbitos aparte de la red subterránea, pero algunos expertos calculan que no dejará de ser un problema de salud pública hasta 2040.

Igualmente, otra de las mejoras que se van a acometer es la impermeabilización y reparaciones por filtrado de agua. La principal afectada es la línea 7, ya que las últimas tormentas (y las anteriores) han hecho que la plataforma de vía entre las estaciones de Henares y Jarama se haya deteriorado.

FECHAS Y CORTES

Volviendo a las obras, comenzarán el próximo 21 de junio en la línea 12 MetroSur, y tendrán una duración aproximada de dos meses y medio y un presupuesto de licitación de 14 millones de euros. Las estaciones entre las que se suspenderán el servicio serán la de Hospital de Móstoles y Conservatorio, por lo que 7 estaciones quedarán cerradas, o lo que es lo mismo, 12 kilómetros del total de 40 km que tiene esta línea. El objetivo es aumentar la eficiencia del mantenimiento de la vida útil de los sistemas de vía y optimizar las medidas de atenuación de ruidos y vibraciones del sistema de drenaje.

Precisamente esta línea ya estuvo cerrada parcialmente en el verano de 2018, ya que se renovaron las instalaciones de 14 estaciones. Tras estas obras, la línea registró un aumento de viajeros de hasta un 13,9% en 2019.

La línea 6 será otra de las que sufrirá cierres parciales, que empezarán el próximo 1 de julio entre las estaciones de Sainz de Baranda y Pacífico, y en las que los principales trabajos serán retirar el amianto en Conde de Casal. Para ello, la inversión prevista es de 6 millones de euros.

Igualmente, en la línea 9 habrá también trabajos de desamiantado, en este caso en la estación Duque de Pastrana, por lo que el tramo cortado será entre Colombia y Plaza de Castilla. La inversión en este caso es de 4,5 millones.

En ambas estaciones donde se retirarán restos de amianto, se realizarán trabajos de modernización, que continuarán una vez reabran ambas estaciones coexistiendo con la prestación del servicio. El objetivo de estos es sustituir los revestimientos, instalaciones y tecnología obsoleta localizados en los andenes y sus accesos, por otros materiales y equipamientos más actuales.

Por último, en la línea 7 los trabajos comenzarán el 12 de julio, entre las estaciones de La Rambla y Hospital de Henares, hasta el 24 de septiembre. Las obras abordarán la reparación de la plataforma de las vías, deterioradas por filtraciones de agua de las pasadas tormentas. También se implantará una diagonal entre San Fernando y La Rambla, para que el material móvil pueda llevar a cabo diferentes maniobras desde este tramo.

¿CÓMO SORTEAR LAS OBRAS?

Desde el Consorcio Regional de Transportes ya se han previsto distintos servicios alternativos, así como gratuitos de autobuses para los usuarios, y que efectuarán los recorridos de los tramos afectados por las obras. Pero en ningún lado se específica con qué frecuencia pasarán y qué trayectos cubrirán.

Ahora mismo el Consorcio Regional permite ocupar todas las plazas disponibles en el autobús, con obligado uso de la mascarilla y diversas recomendaciones, que no obligaciones. Normalmente, en un autobús estándar caben 80 pasajeros. Según el INE, el transporte urbano en Madrid movió en marzo de este año un total de 25.227 pasajeros, mientras que el metro hizo lo propio con 35.044.

Con estos datos, la frecuencia de autobuses para mover a los afectados por los cortes en estas líneas debería ser mayor que la frecuencia de Metro. Los pasajeros tendrán que confiar en que el Consorcio provea de suficientes líneas y plazas para otro verano que se avecina caluroso.

Jaime O
Jaime O
Redactor de economía y empresas especializado en Construcción, Inmobiliario y Transporte