Cómo registrar una marca y realizar una due diligence si formas parte de una startup

Poner los primeros cimientos de una empresa o startup nunca es fácil, y por desgracia para los emprendedores, los procedimientos legales que tienen lugar a raíz de su creación pueden no resultar mucho más sencillos para ellos. Afortunadamente, existen abogados startups dispuestos a orientarlos en aquellas cuestiones que, si bien no siempre son de obligado cumplimiento, requieren de unos conocimientos especializados que únicamente determinados profesionales pueden ofrecer. De esta manera, acciones como registrar una marca en España o hacer una due diligence serán llevadas a cabo de manera lícita y responsable.

Pero ¿sabes cuándo es necesario efectuar cada una de las operaciones mencionadas? A continuación, te explicamos todo lo que debes conocer al respecto:

Registrar una marca en España

El primer trámite que te presentamos tiene como objetivo distinguir de sus competidores más directos el producto o la idea que hayas decidido lanzar al mercado. Ni que decir tiene que este título expedido por el Estado te protege de posibles apropiaciones impulsadas por terceros con el fin de recoger los jugosos frutos que el desempeño de tu proyecto pueda llegar a producir en su sector.

La intervención de un despacho referente en el asesoramiento legal y financiero resulta de gran ayuda a la hora de explicarte como registrar una marca, ya que mediante un estudio de viabilidad determinará si tu propuesta ya se encuentra registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Además, te avisará de si vulnera o no alguno de los puntos de la Ley de Marcas, así como de cuándo caduca y cuáles son los requisitos que debe cumplir.

A diferencia del primero, este proceso no es obligatorio, por lo que su aprobación únicamente está en tu mano o la de tu startup. La puesta en marcha de la due diligence debe traer consigo el compromiso, por parte de los responsables de esta, de aportar al despacho toda la información que considere oportuna para confeccionar el estudio más completo posible en materia económica, tecnológica y laboral, entre muchas otras.

Las reglas de juego quedan detalladas a través de escritos como la Carta de Intenciones, si bien la finalidad es casi siempre la misma: determinar los posibles riesgos a los que se enfrenta una empresa cuando tiene intención de adquirir o invertir en otra.

Cabe destacar también que el tiempo que el despacho le dedica a la citada investigación depende de algunas características de la startup solicitante, tales como su antigüedad, el número de trabajadores por el que se encuentra compuesta la plantilla y su complejidad, por ejemplo.

En definitiva, el procedimiento burocrático no acaba en cuanto se registra una nueva empresa, sino que se trata del primero de muchos otros trámites a los que te tendrás que enfrentar como impulsor y representante de esta. Por ello, contar con el soporte legal proporcionado por abogados especializados en startups es la mejor decisión que puedes tomar. Gracias a su experiencia, los quebraderos de cabeza que el cumplimiento de la legislación española suele traer implícitos se verán reducidos, a la vez que tu tranquilidad aumentará.