jueves, 12 diciembre 2024

Semana decisiva en BBVA: ¿se atreverá a aplicar un ERE sin acuerdo sindical?

Momentos de zozobra entre los trabajadores de BBVA. Los empleados de la entidad viven entre expectantes y asustados la última semana de negociación entre el banco y los sindicatos para acordar el número de afectados que saldrán mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y las condiciones. 

El acuerdo está lejos y si no aumentan mucho las indemnizaciones, va a ser muy complicado que se consiga un pacto, según señalan fuentes sindicales, que reconocen que BBVA tiene voluntad de acuerdo. “A propuesta del banco, la mesa de negociación celebrará la semana que viene más de las ya previstas”, dijeron a MERCA2 fuentes de CC OO en BBVA. 

El viernes 4 de junio se cumplen los 30 días naturales que marca la ley para lo que se conoce como el periodo formal de la negociación. Pese a que la legislación se lo permite gracias a la reforma laboral del PP, ningún banco ha apostado por romper la baraja y aplicar  un ERE sin acuerdo. No parece probable que la entidad que preside Carlos Torres Vila apueste por esta vía, porque abriría un periodo de mucha conflictividad social y tendría un coste  muy fuerte en términos de reputación.

Por ahora,  son las centrales sindicales las que están metiendo mucha presión al banco, con dos movilizaciones: un paro parcial el día 31 de mayo y huelga (de jornada completa) el día 2 de junio. Esta última convocatoria está prevista estratégicamente, ya que tendrá lugar el día después de la reunión de la mesa y el día antes de que el banco y los sindicatos se vean de nuevo las caras.

Además de estas dos citas, habrá otras dos más esta semana (el 3 de junio y el 4 de junio). El último día en el que podría alcanzar un acuerdo es el 5 de mayo, pero si no hubiera «entente cordiale», las partes pueden firmar la prórroga de las negociaciones.

La clave para que sea posible que haya pacto es el dinero y la reducción sustancial del número de salida. En ambos aspectos se ha movido el banco, pero a las centrales les parece insuficiente. Así, a los sindicatos les resultan insuficienten medidas como que se haya pasado de un ERE con 3.331 salidas a uno con 3.305 salidas y que el banco ofrezca prejubilaciones a partir de los 50 años.

En este sentido, BBVA ha dado pasos importante, pasos como, por ejemplo, que los trabajadores de entre 50 y 54 años puedan dejar el banco con indemnizaciones que pueden llegar hasta 250.000 euros, lo que es una prejubilación de oro en toda regla, sobre todo teniendo en cuenta que las salidas pactadas ya no se pagan como en los 90 o en los primeros años de los ajustes por la crisis de las cajas de ahorro (2007). 

Sin embargo, los sindicatos quieren que el banco ponga más dinero en la mesa. Si se reduce el número de salidas y se ofrecen mejores condiciones aumentan las opciones  de que el ajuste se cierre sin despidos forzosos. Estos despidos se dan cuando cuando  las entidades no consiguen completar con bajas voluntarias el número de empleados que determinaron que deben salir.

En este ámbito, el banco ha ido mejorando sus propuestas conforme han ido pasando los días. De hecho, su primera propuesta incluyó unas condiciones que las que firmaron en los acuerdos con sindicatos en sus dos últimos ajustes colectivos, los emprendidos en 2012 y 2015 en el marco de las adjudicaciones de Unnim y CatalunyaBanc.

Desde entonces, han ido mejorado las condiciones y reducido la edad a partir de la cual se pueden prejubilar los trabajadores. De hecho, proponen prejubilaciones para trabajadores de 50 años a los que pagarían muy bien. Ambas cuestiones seguro que no son bien recibidas ni por el Banco de España (BdE), cuyo gobernador, Pablo Hernández de Cos, se ha venido mostrando crítico con la salida de trabajadores jóvenes mediante prejubilación porque perjudica al sistema de pensiones. 

En junio de 2019 el número uno del banco emisor cuestionó estas salidas en un contexto en el que Banco Santander firmó un ERE para reducir su plantilla en 3.223 empleados y CaixaBank hizo lo mismo para un total de 2.023 trabajadores. En opinión del gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, estos ajustes de empleo estaban  en disposición de comprometer el sistema público de pensiones.

CaixaBank

El otro punto de atención en cuanto a los ERE que se están negociando está en CaixaBank. La mesa formal de negociación comenzó el pasado 11 de mayo y la distancia entre las partes es sideral.  La propuesta económica de la entidad no la acepten las centrales, que consideran que el banco puede pagar buenas indemnizaciones porque se beneficiará del fondo de comercio negativo existente por la absorción de Bankia y porque la entidad puede hacer una revisión de gastos generales y servicios externos no realizados por empresas del grupo y que podrían llevarse a cabo desde dentro de la entidad. Con esta revisión y probable disminución de costes, “además de reducir el número de salidas, se evitaría la disminución de las condiciones laborales de la plantilla”.

Fuentes sindicales presentes en CaixaBank esperan que el banco responda a la propuesta para que revisen los gastos generales.

Las próximas reuniones del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri y los representantes de los trabajadores están previstas para los próximos 2 y 3 de junio.

Por ahora CaixaBank está teniendo una posición dura en la mesa, pero parece improbable que cierre la negociación sin acuerdo. Tendría un impacto brutal en la imagen de una entidad que es la que mejor imagen entre los usuarios, algo que se debe en buena parte a lo apreciada que es por su labor social.


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