miércoles, 11 diciembre 2024

El indicador de estrés de los mercados financieros cae a niveles prepandemia

IG Markets

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha comunicado que el indicador de estrés de los mercados financieros ha seguido bajando en lo que va de año y se ha colocado en niveles prepandemia.

En su última nota de estabilidad financiera, la CNMV constata que el indicador de estrés de los merados financieros se sitúa en 0,23 a finales de mayo, manteniéndose en una situación de estrés bajo desde mediados de marzo.

Este nivel está en línea con los valores observados antes de la pandemia del coronavirus y su disminución responde a la evolución positiva de los niveles de estrés de los seis segmentos del sistema financiero que la CNMV tiene en cuenta para elaborar el citado indicador: renta variable, renta fija, intermediarios financieros, mercados monetarios, derivados y mercado de cambios.

Según explica el supervisor, la evolución de los mercados financieros nacionales en los últimos meses ha estado marcada por el aumento de las cotizaciones bursátiles y de las rentabilidades de los activos de deuda pública.

En los mercados de renta variable, el Ibex 35 habbía subido un 14% hasta el 21 de mayo, en línea con los principales índices europeos, gracias a la recuperación del sector bancario y de los valores del sector servicios.

La CNMV señala que la volatilidad y las condiciones de liquidez del mercado «continúan siendo satisfactorias», pero los volúmenes de contratación «son reducidos».

En los mercados de renta fija, el aumento de las rentabilidades interrumpe la tendencia a la baja del año pasado, por temores relacionados con un posible aumento de la inflación en la zona euro y por el efecto de contagio derivado del repunte de la rentabilidad de los activos de deuda estadounidenses, donde este riesgo es más relevante.

En este contexto, el rendimiento del bono soberano español a 10 años ha subido 51 puntos básicos en el año, hasta el 0,56%, y la prima de riesgo se sitúa en 69 puntos básicos, seis puntos básicos por encima de finales de 2020.

En cuanto a los riesgos de carácter financiero más relevantes, la CNMV ha identificado los riesgos de mercado y también de liquidez, especialmente en algunos activos de renta fija. «Nuevos episodios de volatilidad o un cambio abrupto de las expectativas de crecimiento podrían dar lugar a un aumento generalizado de las primas de riesgo (y, en consecuencia, disminuciones de precios) que serían negativas tanto para los emisores de los activos como para sus tenedores», apunta la nota de estabilidad.

Además, el organismo ha destacado las vulnerabilidades financieras que se derivan a medio plazo del incremento del endeudamiento de los agentes durante la crisis, incluido el de las Administraciones Públicas.

RIESGO POR LA GESTIÓN DE LA CRISIS SANITARIA EN ESPAÑA

Respecto a las fuentes de riesgo más relevantes para la estabilidad financiera, disminuyen las de origen político en el plano internacional, mientras que en el plano nacional la CNMV resalta los riesgos relativos a la coordinación y gestión de la crisis sanitaria, pues tras la finalización del estado de alarma el pasado 9 de mayo «aumenta la incertidumbre en torno a las restricciones que cada comunidad autónoma puede imponer a los ciudadanos y, en muchos casos, la efectividad de estas quedará en manos de los tribunales pertinentes.

«Por tanto, la concreción y duración de nuevas medidas es incierta, así como el impacto económico que estas puedan tener. A esta situación se le añade la elevada fragmentación parlamentaria actual, que podría generar tensiones y dificultar la consecución de acuerdos», advierte la CNMV.

Por otra parte, se mantienen las fuentes de riesgo relacionadas con el aumento de actividades no presenciales y las del contexto de tipos de interés, entre las que se encuentran las derivadas de la búsqueda de rentabilidad, con inversiones en activos de elevada volatilidad y en ocasiones no regulados.

Asimismo, la CNMV advierte de que han adquirido importancia creciente el riesgo macroeconómico derivado de las dudas sobre la intensidad de la recuperación, los de ciberseguridad en el nuevo entorno digital y los relacionados con la promoción de la sostenibilidad.

En este último aspecto, algunos se derivan de las dificultades para valorar estos activos, en un marco de información heterogénea, y también de las vulnerabilidades que se pueden generar ante la fuerte demanda de estos activos, tanto por la posibilidad de que los precios se alejen de los fundamentales como por el riesgo de que se fomente la actividad conocida como ‘green washing’ o blanqueo ecológico, explica la CNMV.


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