Brufau advierte del riesgo de la «geopolítica digital» para la geoestrategia de la energía

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha advertido del riesgo de «la geopolítica digital» para la geoestrategia de la energía, ya que es un fenómeno que no tiene «ni implantación territorial ni interlocución visible» y, por lo tanto, tendrá efectos «aún mayores que los riesgos tradicionales» y una gestión que es de «naturaleza difusa».

En su participación en una jornada organizada por el Comité Español del Consejo Mundial de la Energía (CECME), el Club Español de la Energía (Enerclub) y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) del Ministerio de Defensa para presentar la octava edición de la publicación ‘Energía y Geoestrategia’, Brufau recordó en este sentido el reciente episodio del ataque a la red de oleoductos mas importante de Estados Unidos, que, en su opinión, demostró que la geopolítica de la energía «ya no es solo algo relacionado con áreas geográficas o gobiernos».

Así, consideró que la geoestrategia ha pasado a ser «algo más amplio» de lo que se estaba acostumbrado, «con nuevos riesgos y nuevos actores, a menudo con perfiles muchos más borrosos que los del pasado». De esta manera, el presidente de Repsol llamó a estar preparados para hacer frente a esta amenaza, ya que «no habrá a quién llamar ni reglas internacionales a las que invocar».

Además, Brufau subrayó que la energía es «un vector de desarrollo», por lo que es necesario disponer de fuentes energéticas «sostenibles» y «diversificadas» a nivel global. Igualmente, destacó que la pandemia por el Covid-19 ha hecho ver «la fragilidad» del sistema de abastecimiento en muchos productos, aunque no ha sido así en el suministro de energía.

Por otra parte, consideró que el impulso en la transición energética a nuevas tecnologías como el hidrógeno o la captura de carbono son elementos que dotarán de ventajas estratégicas «a aquellos que los sepan aprovechar».

DÍAZ DE ESPADA: TRANSICIÓN «COMPLEJA Y DINÁMICA QUE SE VA A ACELERAR».

Por su parte, el presidente del CECME, Íñigo Díaz de Espada, señaló que en el último año los principales factores de incertidumbre en el entorno geoestratégico de la energía se han intensificado.

A este respecto, indicó que el cambio climático, en su dimensión global, converge hacia una transición energética «compleja y dinámica, que se va a acelerar».