Va camino de convertirse en un clásico que los banqueros respondan sobre si alguien del Gobierno se ha dirigido a ellos para afearles la remuneración que reciben o con la intención de influir en en el número de salidas derivadas de los ajustes.
CaixaBank y BBVA recibieron sus respectivos avisos por parte del Gobierno y en Banco Sabadell, que ha anunciado un ajuste para reducir los gastos en 100 millones en 2023, estiman que a ellos también les llegará su turno, aunque, por ahora, no han recibido presiones directas, según dijo en una ronda de preguntas y respuestas el consejero delegado de Banco Sabadell César González-Bueno.
El Gobierno viene criticando las salidas de trabajadores mediante ERE en empresas con beneficios y los salarios de los banqueros y en Sabadell esperan su turno. “No hemos recibido ninguna presión indirecta, pero es evidente que está en el ambiente que hay una diferencia de criterio sobre estos temas. Esta diferencia de visión está ahí y seguro que en algún momento tiene algún tipo de incidencia, aunque solo sea por lo leemos en la prensa”, afirmó el directivo en clara alusión a los mensajes que manda el Ejecutivo que preside Pedro Sánchez en este sentido y que aparecen con frecuencia en los medios de comunicación.
En relación con todo este asunto, el consejero delegado de Banco Sabadell deslizó una frase para reflejar que a la banca no le interesa la política más allá de lo tocante a sus temas: “Los bancos no se meten en política más allá de lo que la política afecta a la política económica”, indicó. Si bien, últimamente están teniendo que aludir al Gobierno, que en el contexto de los ERE en CaixaBank y Bankia ha entrado de lleno en estos procesos criticando, entre otras cosas, subidas de remuneración en entidades inmersas en Expedientes de Regulación de Empleo.
LA MANIFESTACIÓN DEL EJECUTIVO
Está por ver si llega la presión del Ejecutivo que preside Pedro Sánchez a la planta noble de Banco Sabadell y cómo se manifestará. Si llega puede que sea con declaraciones en público o en sede parlamentaria sin citar directamente al banco o con alguna comunicación directa del estilo de la carta que la Dirección General de Trabajo envió a CaixaBank y BBVA en la que les vino a solicitar que redujeran el número de salidas a llevar a cabo en el marco de sendos ERE. Con estas misivas, el Ejecutivo busca meter presión pero la realidad que poco más puede hacer porque no existe ya la exigencia de que los ERE cuenten con autorización de la administración.
Del mismo modo, el Gobierno ha mandado otra señal, en este caso referida a las retribuciones de los banqueros. Lo hizo por medio del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que es el Estado. El FROB es el segundo máximo accionista de CaixaBank y en la junta de accionistas del banco de la estrella votó en contra de la subida de la retribución del presidente, José Ignacio Goirigolzarri. Fue el modo que tuvo de tomar posición, aunque de nuevo fue un brindis al sol porque este punto del día recibió el apoyo mayoritario del resto de poseedores de títulos de la entidad.
UNA RECOMENDACIÖN
En respuesta a la prensa, González-Bueno profundizó sobre la polémica de las retribuciones y los ajustes. “El tema de los sueldos y reestructuraciones son asuntos distintos. Podemos discutir si tienen sentido o no, pero las circunstancias han cambiado y, en mayor o menor medida, distintas entidades tendrán que afrontar procesos de reducción de costes, ya sea de una manera o de otra”,, manifestó el consejero delegado de la entidad de origen vallesano.
En Banco Sabadell, donde consideran que se puede hablar de los temas de la remuneración de los banqueros y de los ajustes, estiman que “no es bueno relacionar ambas cuestiones”, algo que dijo el consejero delegado. “No creo que sea bueno relacionar estas dos cosas porque llevado al extremo puede pasar que un profesional de la banca no haga una reestructuración necesaria porque pueda ganar menos dinero”, dijeron estas fuentes añadiendo que esto es algo que si pasa les preocuparía muchísimo”. “Con independencia de que se puedan tener argumento en uno y otro lado, no es bueno relacionar el tema de lo que ganan los banqueros y los ERE”, insistió el directivo.
Sobre si su remuneración es alta, González-Bueno señaló en tono jocoso que “nosotros no nos ponemos el salario, pero estaría bien eso”. “El sueldo de los banqueros está muy regulado. Me siento incapaz de decir si mi remuneración es alta, pero sí que es muy superior a la media, con lo cual no se puede definir como baja”, reconoció.
Estas valoraciones llegan desde Sabadell cuando se ha conocido que preparan una nueva reestructuración de costes. Quieren ahorrar 100 millones de euros en el marco del plan 2021-23 y será un ajuste que no sólo incluirá salidas de empleados, según deslizó el consejero delegado de Sabadell. González-Bueno apenas dio detalles del ajuste, algo que justificó porque “estos planes de alto nivel primero se anuncian, luego se ejecutan y no se proporcionan detalles hasta que se puede”.
La cuenta que se puede hacer es la siguiente: si para ahorrar 140 millones al año el ajuste que se hizo era de 1.800 empleados, para ahorrar 100 habría que reducir 1.200 empleos. En el banco se limitan a señalar que cuando tengan información, la facilitarán.
En Sabadell son conscientes de la impopularidad que tiene anunciar ajustes, pero vienen a decir que el contexto les obliga. “Es una industria que está en una situación extraordinariamente compleja: tipos de interés bajos, cambios radicales de los clientes en cuanto a su comportamiento con su entidad financiera, competencia y una regulación mucho más exigente. Todo este conjunto lleva a una imprescindible revisión de la estructura de costes. No queda más remedio”, indicaron fuentes del banco.
REPARTO DE DIVIDENDO Y EL PAPEL DEL BCE
En Banco Sabadell no tienen una decisión tomada sobre el porcentaje de los beneficios que dedicarán a pagar dividendo a los accionistas de la entidad, indicaron fuentes del banco. El banco no distribuyó dividendo con cargo a 2020 y está por ver cómo lo harán al respecto en relación con 2021.
En esta materia, «el plan estratégico de la entidad incluye un pay-out del 30% porque debido a la regulación bancaria nos obligan a provisionar el equivalente al pay-out de los últimos tres años, que es un 30%», reveló el consejero delegado. «Ahora bien, este porcentaje es un automatismo porque aunque el dividendo lo decide el consejo de administración, previo a esta decisión se requiere de una orientación, por decirlo en términos suaves, del Banco Central Europeo (BCE)”, apuntó el banquero. «Esta orientación general la esperamos para la última parte del año y luego hay orientaciones especificas en función de la rentabilidad de los distintos y la opinión del regulador. Después a esto se sobrepone la decisión consejo de administración», explicó González-Bueno.