El pacto del ERE en BBVA se acerca a costa de continuar con prejubilaciones de oro

Los cánones determinan que para que haya acuerdo en una negociación las dos partes en liza tienen que ceder. Al respecto, BBVA que negocia un ERE para algo más de 3.000 personas ha pasado de ofrecer unas condiciones inferiores a las de los acuerdos en Unnim y Catalunya Banc a poner sobre la mesa prejubilaciones mucho mejor pagadas.

Estas indemnizaciones, que pueden llegar a los 250.000 euros para quienes tienen entre 50 y 54 años, permitan a BBVA estar más cerca de pactar el ERE con los sindicatos, aunque sea a costa de contribuir a que las prejubilaciones de oro sigan vivas. Mientras, en el Gobierno siguen viendo la manera de desincentivar este tipo de salidas.

COMPARACIÓN

El acuerdo en BBVA tiene un aire a prejubilación de oro porque se supone que si los empleados que tienen entre 50 y 54 años pueden irse con hasta 250.000 euros, los que tengan más edad, que, sobre el papel tienen mejores remuneraciones, por lógica se podrán ir con una cantidad superior.

El pacto de BBVA con los sindicatos está cada vez más cerca, mientras que en el caso de CaixaBank, está por ver la entidad de la estrella azul mantendrá la posición dura o si también cederá y aumentará sensiblemente el importe de las salidas. Ahora bien, siendo unas indemnizaciones muy buenas en comparación con otros sectores, son inferiores a las que se dieron en los 90 y en muchos de los procesos abiertos desde 2007 por la crisis de las cajas de ahorro.

Estos procesos no se han frenado pese a que en muchas ocasiones ha habido quejas desde numerosos ámbitos, unas protestas producidas no tanto por el dinero de las indemnizaciones como por prescindir de empleados muy valiosos y por la repercusión en lo referido a las pensiones ya que son empleados que se jubilarán con anticipación.

Las cifras cantan. Según publicó el diario Cinco Días, desde 2010, las entidades han llevado a cabo un total de 70 procesos de despidos colectivos, entre Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y salidas voluntarias y estos procesos han afectado a 73.000 empleados.

Como se aprecia, las salidas por prejubilación no han cesado y, a consecuencia de los ajustes permanentes del  sector, cada vez hay menos empleados “mayores”, trabajadores de  56 para arriba, por lo que  las entidades se ven obligados a incluir en los ajustes a personal cada vez más joven para que puedan llegar al número de salidas deseadas al abrir el abánico de edades. 

EL GOBERNADOR SE POSICIONA

Estas prejubilaciones han recibido críticas desde numerosos ámbitos. Una de las críticas que más repercusión viene teniendo es la del Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que en junio de 2019 consideró que este tipo de salidas tenía repercusiones negativas para la sostenibilidad del sistema de pensiones. El número uno del banco emisor cuestionó estas salidas en un contexto en el que Banco Santander firmó un ERE para reducir su plantilla en 3.223 empleados y CaixaBank hizo lo mismo para un total de 2.023 trabajadores. En opinión de gobernador, Pablo Hernández de Cos, estos ajustes de empleo estaban en disposición de comprometer el sistema público de pensiones.

 A los Gobiernos tampoco les hacen gracia estas prejubilaciones, pero las medidas que han tomado al respecto no han sido efectivas. Así, por ejemplo, la normativa conocida como “cláusula Telefónica” por la cual las empresas de más de cien trabajadores que ejecutan ERE teniendo beneficios a adelantar el coste del subsidio de desempleo de los trabajadores mayores de 50 años que son despedidos en esos expedientes le ha aportado mucho dinero a las arcas del Estado pero no ha servido para frenar las prejubilaciones.

A la luz de los resultados, esta normativa es un fracaso y está por ver si el Gobierno que preside Pedro Sánchez aprobará algún de medida en este sentido. Por ahora, es el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migracion, José Luis Escrivá, el que se presenta más combativo. Ha puesto en el tapete recortar la cuantía de las pensiones que perciben los trabajadores de rentas altas que abandonan de forma voluntaria el mercado laboral antes de la edad legal de jubilación, pero veremos si vence las posibles resistencias internas y si se atreve a legislar si no hay acuerdo con los agentes sociales.

En este contexto, se negocian los ERE en BBVA y tarde o temprano vendrá el ajuste en Liberbank y pueden venir más porque quizás Sabadell e Ibercaja no quieran o puedan seguir en solitario, por ejemplo. La incógnita es si las entidades van a seguir ese modelo BBVA de prejubilaciones bien pagadas, lo que les asegura la paz social, o apostarán por reducir sensiblemente las remuneraciones, lo que puede provocar malestar y conflictividad con los sindicatos. El otro punto es si a los trabajadores del sector les seguirá resultando atractivo jubilarse antes de tiempo.

ARGENTARIA EN EL ORIGEN

La denominación “prejubilaciones de oro” tuvo su origen en la fusión de BBV y Argentaria, que en un proceso de salidas ofrecidas «ad personam» y tomó mucho vuelo a raíz del acuerdo de prejubilaciones firmado por el  Santander con los sindicatos en 2003 cuando la entidad ya llevaba tiempo fusionada con el Central Hispano.  Anteriormente, el banco rubricó con las centrales un protocolo de fusión sobre esta operación de concentración que se produjo en 1999.

Los trabajadores que se prejubilaron recibieron una cantidad determinada en base al “salario pensionable, por aplicación del convenio colectivo, que se viniera percibiendo en el momento del cese y, en su caso, otros conceptos de carácter extraconvenio y naturaleza pensionable cuando, excepcionalmente, así procediera y en las condiciones y términos que estuvieran establecidos”.   Los trabajadores de 50 a 54 años se fueron con el 90% hasta que a los 63 años se jubilaban anticipadamente, y este porcentaje llegó al 95% para los que tuvieran 59 y 60 años, según el acuerdo rubricado el 17 de julio de 2003.

Este tipo de bajas tan bien pagadas y las salidas pactadas en varias cajas por mor de la crisis que se abrió en 2007 llevaron a que estos  procesos se conocieran “prejubilaciones de oro” y, aunque con el tiempo, las cantidades percibidas se han ido reduciendo porque los porcentajes ofrecidos son menores y ha ido saliendo el personal que más cobraba, las salidas de oro se siguen produciendo, pese a que no le gustaban ni a los diferentes gobiernos centrales ni al Banco de España.

Hasta la fecha nadie ha querido jugar el papel de malo de la película para afrontar esta situación.El ministro Escrivá quiere atreverse, pero últimamente cada vez que se filtra alguna medida que quiere tomar, estas iniciativas sientan mal a los afectados y Escrivá echa el freno. El tema de la jubilación es muy sensible y con muchos ámbitos con intereses en juego. Veremos quién sale vencedor.

José María Lanseros
José María Lanseros
José María. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Redactor especializado en el sector financiero, en especial lo relacionado con banca y seguros. Me encanta mezclar y empresa y deporte y estoy empezando a tomarle el pulso al sector de las telecos.