jueves, 12 diciembre 2024

La rentabilidad, un lastre pesado para la salida a Bolsa de Ibercaja

Ibercaja, el banco que preside José Luis Aguirre, que tiene hasta el 31 de diciembre de 2022 para salir a Bolsa y cumplir con ley que exige que la presencia de la Fundación en el capital sea inferior al 50%, se enfrenta  a una misión que, es a priori muy complicada: resultar atractiva con una rentabilidad que ahora supera por poco el 8%. Está por ver si, en caso de que acabe saliendo al parqué, Ibercaja resultará atractiva para los inversores. Ahora mismo, con el 8,2%, es probable que no lo sea.

La rentabilidad que ofrece, en general, la banca no es muy atractiva en muchos casos, pero Ibercaja tiene la suerte de que no tiene que salir a Bolsa todavía y de que tiene otras opciones para reducir su presencia en el capital por debajo del 50%, según señalan desde la entidad financiera. 

No obstante, en Ibercaja insisten en que están preparados para salir a Bolsa, pero, a priori, cuando llegue ese momento, lo que no está tan claro es que les vayan a sobrar interesados en adquirir acciones de la entidad. Hay posturas que refuerzan esta posición, como por ejemplo, la que cuenta el diario Expansión, según la cual «los asesores de Ibercaja para salir a cotizar a Bolsa han sugerido al banco que explore otras alternativas».

La culpa es de la rentabilidad, escasa en Ibercaja, y en otras muchas entidades financieras, pero pese a todo en Ibercaja siguen viendo la salida al parqué como la solución por la que se inclinan. “De momento, la opción preferida para realizar esta obligada desinversión por parte de la Fundación es hacerlo mediante la salida a Bolsa», según dijo el consejero delegado de Ibercaja, Víctor Iglesias.

El ROTE Y LOS BANQUEROS

La entidad cerró 2020 con un un ROE (rentabilidades sobre fondos propios) del 0,8% y un ROTE del 0,9% cuando la meta del plan estratégico 2018-2020 era estar por encima del 9% al cierre del ejercicio pasado. A la luz de lo que esperaba Ibercaja, la entidad fracasó en este punto y de cara al periodo 2021-2023 Ibercaja se ha marcado una meta más baja: situar el ROTE en el 7%.

El ROTE le gusta más a los banqueros a la hora de expresar en porcentaje la rentabilidad porque en el cálculo del mismo se excluyen elementos intangibles como el fondo de comercio, así como las emisiones de deuda convertibles en acciones y las acciones preferente, pero en el caso de Ibercaja, en este momento, da igual el ROE que el ROTE porque en ambos casos son unas rentabilidades que están lejos de lo que se considera aceptable por los inversores.

En 2018 esta rentabilidad del 9% estaba por debajo de los ratios que presentaron  otros bancos españoles para el mismo periodo, y que sitúan este ROTE entre un 11% a un 13%. Ahora rentabilidades de estén tipo superiores al 10% se valoran muy bien. Lejos quedan los tiempos de rentabilidades de entre el 15% y el 20%.

Dicho esto, lo cierto es que el banco tenía muy difícil cumplir en 2020 varias de las metas que se marcó en el plan estratégico 2018-2020, metas como por ejemplo haber conseguido el año pasado unas ganancias de 277 millones de euros o el objetivo de que la ratio de eficiencia se quedara por debajo del 55%. Los beneficios se quedaron en 23,6 millones en 2020 y la eficiencia en el 62,5%.

BENEFICIOS NO ALCANZADOS

En este punto, la meta de ganancias que se fijaron para 2020 les quedabaN lejos igual, pues en 2019 los beneficios fueron de 84 millones de euros, una cifra que ni duplicando hubiera llegado a los 227 millones de euros que previeron en el plan estratégico 2018-2020.

Le queda por mejorar en eficiencia y en beneficios para alcanzar lo que se marcó de cara a 2020. Hasta marzo ganó 55 millones ( serían 260 millones si se extrapola la ganancia al resto de trimestres mientras que la eficiencia empeoró y llegó al 67,3%.

De este modo, salvo que los ingresos que obtenga el banco tomen una velocidad de crucero permanente, la vía para mejorar la eficiencia seguirá siendo, básicamente, la reducción de costes.  En este objetivo, le ayudará la salida de empleados y el cierre de oficinas, pero no es algo que vaya a ser inmediato. De hecho, según el número dos del banco esperar terminar el proceso de salidas de empleados dentro de 15 meses (es decir, sobre julio de 2022). Victor Iglesias descarta que vaya a ver un nuevo ERE, pero julio de 2022, en los tiempos que corren, queda muy lejos como para que esa afirmación no pueda quedar en papel mojado.

RESISTIR EN SOLITARIO

La gran pregunta es si Ibercaja podrá -y querrá- resistir sola, sin entrar en operaciones corporativas, es decir, fusiones, en el sistema financiero español. Por ahora insisten en que quieren continuar como están. Si quiere mejorar en rentabilidad, puede ser que le interese una fusión pero no porque la necesite desde un punto de vista de la solvencia. Ibercaja es una entidad solvente, con ratios de capital como el CET1 Phase in del 13,6%.

Lo que está por ver si podrá competir con los grandes en un sector cada vez más atomizado. Ibercaja cree que fusiones como las de Caixa y Bankia o Unicaja y Liberbank le favorecen. Así, en esta nueva etapa del proceso de consolidación sectorial, el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, ve espacio para “entidades medianas, líderes en sus principales zonas de actuación, bien capitalizadas y gestionadas, con estructuras de coste ajustadas, especializadas en segmentos de negocio con recorrido en volúmenes y márgenes, y que dispongan de un modelo de atención al cliente omnicanal de calidad”.Ibercaja cumple todos estos parámetros, según Aguirre

En este contexto en Ibercaja estiman que pueden captar clientes procedentes de entidades fusionadas, clientes que, más allá de las condiciones que le ofrezcan, puedan estar descontentos con la atención o intuyan que está puede emperorar con la fusión.

Para el que quisiera entender Aguirre lo dijo bien claro pero sin dar nombres. Lo hizo de modo implícito al unir la referencia “a la expansión comercial consolidada de Ibercaja en Madrid y el Arco Mediterráneo” con una alusión a “la cercanía y vinculación con los clientes y preparación y máxima implicación de los profesionales”.  Está por ver si les funciona en su pretendida continuidad como entidad independiente.   


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