El gran temor de Bezos y la dictadura del dinero de Amazon en el sector del entretenimiento

Amazon podría anunciar próximamente la adquisición de Metro Goldyn Mayer Holding, la matriz de cine que posee la franquicia de James Bond. La firma podría llegar a pagar algo más de 9.000 millones de dólares, unos 7.350 millones de euros, en la que sería su segunda mayor compra en la historia. Un movimiento que los expertos no terminan encontrarle una razón tanto por las peculiares características de la propia MGM, al margen de las aventuras del agente del MI6, como por el elevado precio. Salvo, eso sí, que sea un nuevo intento por monopolizar el mundo del entretenimiento.

En otras palabras, lo que algunos expertos sugieren es que Jeff Bezos, en la que puede ser su última operación al mando, simplemente ha comprado por comprar. La lógica es sencilla, dado que si lo tienes tú no lo tiene otro que te pueda atacar con ello. Un movimiento defensivo, aunque también muy caro, ante la creciente presión competitiva en el sector. Además, las negociaciones las podría haber acelerado la fusión entre Discovery y WarnerMedia, la matriz de HBO, que dará como resultado al segundo grupo de medios más grande del mundo por ingresos, solo detrás de Disney.

Aunque el que más dinero invirtió en contenido. En concreto, entre ambos gastaron más de 18.000 millones para ofrecer contenidos a sus clientes. La cifra está por encima de Disney, que apenas llegó a los 15.000 millones, y a mucha distancia de Netflix, que no sobrepasó los 12.000 millones. El grupo también nace con un ‘pequeño’ problema y, es que, su nivel de deuda es muy superior al de sus competidores. Aun así, la unión de ambos es suficientemente importante como para asustar en el sector.

AMAZON BUSCA DEFENDER SU POSICIÓN EN EL SECTOR

Antes de ello, el propio Bezos pudo contemplar como Disney también viraba su transatlántico hacía el mundo del streaming. La firma planea el lanzamiento de un importante número de series y largometrajes para potenciar su atractivo. Además, se vale de sus marcas más reconocidas como son Marvel o Star Wars. En un segundo plano podría parecer que aparece Netflix, aunque la realidad es distinta. De hecho, la compañía que lidera Reed Hasting es la que mejor conoce al público streaming, con una tecnología mejor desarrollada, y más reconocimiento de marca posee.  

Todo lo anterior, quizás, es lo que ha llevado a Amazon a dar el paso delante. Tampoco hay otra gran explicación. En primer lugar, porque MGM atrae a «generaciones mayores» en lugar de a los millenials, según explica la columnista de Bloomberg para el sector del entretenimiento, Tara Lachapelle. Además, desde un punto de vista de ofrecer un mejor servicio a sus clientes Prime tampoco se entiende «existe una superposición sustancial entre los miembros de Amazon y los suscriptores de Netflix», argumenta la experta.

Pero tampoco es que Bezos se haya encontrado con una ganga que aprovechar sí o sí. Los más de 9.000 millones que está dispuesto a pagar superan con creces la valoración de la marca que se han realizado anteriormente. Además, el montante está muy por encima de los pagados por otras franquicias y estudios de renombre como Lucas Films (4.000 millones), Pixar (7.500 millones) o Marvel (2.800 millones).

En definitiva, el movimiento parece, como ya ocurrió con los 1.000 millones que pagó Amazon por retransmitir los partidos de NFL los jueves, más defensivo que ofensivo. Al final, hasta el propio Bezos también tiene miedo.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2