El precio del diésel podría enfrentarse a una subida de hasta 50 céntimos de euro por litro debido a los objetivos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), según el estudio ‘Explorando las compensaciones en diferentes caminos para reducir las emisiones de transporte y calefacción en Europa’ elaborado por Cambridge Econometrics y recogido por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, por sus siglas en inglés).
Tal como ha indicado T&E, las administraciones europeas están discutiendo en la actualidad sobre cómo lograr los objetivos climáticos para 2030. A su juicio, esto no debería conseguirse utilizando el mercado de carbono como elemento central.
Según el informe, si esto ocurriese, en 2030 el precio del carbono en la Unión Europea alcanzaría los 180 euros por tonelada. Por ello, los ecologistas piden que se reduzcan las emisiones a través de objetivos climáticos nacionales, además de los estándares de CO2 y un precio del carbono mucho más bajo, con una compensación «generosa» para familias con ingresos bajos.
De llegarse a producir, en Francia, donde los aumentos de los impuestos al diésel desencadenaron las protestas de los chalecos amarillos, los precios del combustible aumentarían un 35% para 2030 si el mercado de carbono de la UE es el principal método utilizado para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones. Además, los costes de la calefacción a gas casi se duplicarían (92%).
En Alemania, donde los precios del gas son relativamente bajos en la actualidad, las facturas de calefacción aumentarían en un 135% y los precios del combustible para carretera en un 32%. En Polonia, los conductores pagarían un 31% más para repostar a finales de la década, mientras que la calefacción a gas costaría un 70% más y el carbón, un 188% más.
«Este estudio muestra cuán tonto sería depender solo de los mercados de carbono para ‘limpiar’ el transporte. La fijación de los precios del carbono tiene su importancia, pero eso es principalmente en apoyo a políticas más efectivas como los estándares de emisiones de automóviles», ha subrayado la responsable de Clima de T&E, Sofie Defour.
Para ella, aumentar los objetivos climáticos nacionales, que obligaría a los gobiernos a eliminar gradualmente los automóviles de combustión y a invertir en infraestructura sostenible como el ferrocarril, es una forma «mucho más eficaz» para cumplir con las metas de reducción de emisiones.