Siempre que llegan estas fechas empezamos a buscar formas de ahorrar en la declaración de la Renta. Si esto es importante para cualquier contribuyente, lo es todavía más para un autónomo, porque su fiscalidad es algo diferente de la del resto y necesita contar con liquidez suficiente para hacer frente al pago de impuestos, facturas pendientes de abono, etc.
Por suerte, cuando se trata de declarar los ingresos obtenidos a través de la actividad profesional no todo suma, también hay algunas partidas que pueden ayudar a inclinar la balanza a favor del autónomo y hacer que sea la Agencia Tributaria la que tenga que pagarle o, al menos, reducir la cantidad que hay que pagar a Hacienda.
1Deducirse la cuota de autónomos
Esta es una forma de ahorrar en la declaración de la Renta que muchos nuevos autónomos desconocen. Es cierto que la cuota de cotización supone un gasto mensual muy importante y no siempre es fácil de asumir, ya que ahora mismo la mínima está cerca de los 290 euros. La parte buena es que es un gasto desgravable.
Así es, las cuotas que los autónomos pagan a la Seguridad Social por estar de alta en el RETA son gastos deducibles a efectos de la declaración del IRPF. Dado que las cuotas son altas, esta deducción puede llegar a ser bastante interesante.