Los taxistas catalanes se autorregulan tras el 9-M; en Madrid no lo consiguen

Tras el fin del estado de alarma este pasado 9 de mayo, el sector del taxi en Barcelona ha logrado alcanzar un pacto sectorial para autorregular el servicio de taxis, sobre todo, de lunes a viernes, con el objetivo de reducir el número de profesionales por las vías ante la escasa demanda de viajeros. Sin embargo, las asociaciones de taxistas en Madrid no han logrado un consenso y ya no tienen restricciones.

En Cataluña, la totalidad de las asociaciones representativas del sector del taxi, con el apoyo de las empresas de intermediación más importantes, han logrado acercar posturas para sellar un pacto sectorial de regulación del servicio, hasta nuevo aviso. Así, han acordado que, de forma regular, se reunirán para evaluar la conveniencia de modificar este pacto en función de las necesidades que vayan surgiendo.

En concreto, los taxistas catalanes han acordado que sábados y domingos podrán salir a trabajar el 50% del total de la flota cada día, como establece el reglamento metropolitano del taxi. Mientras que de lunes a viernes se ha estipulado que cada día descansen las licencias en función de la terminación de la numeración de la misma.

El secretario de la Unión de Barcelona del Stac (Sindicato del taxi en Cataluña), Jaime Sau, ha explicado a MERCA2 que “nos hemos autorregulado porque la demanda es muy baja, para no estar todos en la calle a la vez y saturar la vía pública y las paradas”, y critica que “la administración dice que no tiene competencia, o no tiene las herramientas jurídicas para regularnos fuera del estado de alarma”.

“La administración nos había regulado, pero ésta se sustentaba en el estado de alarma y en el Procicat (acrónimo del Plan de Protección Civil de Cataluña), y ahora cae esta regulación. Hemos pedido a la administración que nos siga regulando, pero no los fines de semana porque no creemos que haga falta, creemos que habrá un poco más de trabajo. Pero entre semana es precipitado liberar el taxi”.

DECEPCIONADOS CON LAS ADMINISTRACIONES

Por su parte, el portavoz de Élite Taxi en Barcelona, Tito Álvarez, lamenta que “una vez más, nos tenemos que autorregular porque no hay cobertura jurídica para que nos regulen. Ya lo tenemos asumido y hemos hecho un gran pacto”.

Los taxistas se sienten “decepcionados, como siempre, con las administraciones. Todo es muy lento e incapaces de actuar rápido”. Además, Tito apunta que el nuevo panorama es que la hostelería cierra a las 23 horas, y estos servicios “se cubren con los coches que hay ya. No hay turismo, y no tiene sentido sacar 8.000 taxis de lunes a viernes para dar vueltas. Por la noche no hay ningún tipo de actividad, y a partir de ahora no habrá demasiada actividad. La situación es tan cambiante que genera incertidumbre”.

EN MADRID NO LOGRAN PACTO

En la capital el panorama es algo diferente ya que contamos con diferentes opciones de ocio y restauración hasta las 23 horas. Sin embargo, el nivel de viajeros tampoco logra recuperar sus cifras previas a la pandemia del covid-19, ante la escasez de turistas extranjeros y el aplazamiento de los viajes domésticos.

El presidente de Élite Taxi Madrid, Luis García, ha explicado a este medio que han intentado alcanzar un acuerdo con el resto de asociaciones “porque sobran taxis por las calles, pero una asociación en concreto y el Ayuntamiento se han opuesto a la regulación”. En concreto, se trata de la Asociación Madrileña del Taxi (AMT), que representa a los empresarios del taxi y aboga por liberalizar el sector.

Hasta el 9 de mayo, casi el 100% de la flota trabajó por el día, siendo la franja entre las 21 horas y las 23 horas la de mayor actividad, “todo el mundo quiere volver a sus domicilios, y luego el taxista finaliza su servicio porque no hay movimiento en la calle. Estaba siendo una forma de autorregularnos porque no hay gente”.

Tras el cese del estado de alarma, desde Élite Taxi Madrid creen que “si hay algo de movimiento cada taxista decidirá si quiere estar de servicio durante la noche. En cuanto a los empresarios del taxi, tendrán sus horarios con sus asalariados y decidirán si les conviene o no tener sus vehículos trabajando a doble turno».

Por otro lado, Luis García insiste en que los ciudadanos deben defender y apostar por el servicio público que ofrece el taxi, y no decantarse por los VTC, ya que “es darles el poder a multinacionales sobre un sector tan estratégico como el transporte”.