Florentino Pérez suma su segunda derrota consecutiva fuera de los estadios

A Florentino Pérez no le gusta perder. Ni como presidente del Real Madrid, ni como presidente del grupo ACS. Dejando a un lado el aspecto deportivo, va camino de su segunda derrota consecutiva fuera de los estadios en menos de dos meses. La primera fue la Superliga. La segunda, su desembarco en Atlantia.

En este último caso, será el próximo día 31 de mayo cuando la junta de accionistas de Atlantia decidirá sobre si aceptar como buena, o no, la oferta de CDP (Cassa Depositi e Prestiti) y los fondos Blackstone y Macquarie por el 88% de Autostrade per l’Italia (ASPI). El Gobierno italiano tiene el 83% de CDP. Además, juega con la opción de bloquear a empresas extranjeras en sectores estratégicos. Y, por si fuera poco, han subido la oferta de 9.100 millones a 9.300 millones. De esta manera, 8.100 millones irían a Atlantia. La familia Benetton, que posee el 30% de Atlantia, percibiría unos 2.400 millones. Demasiados obstáculos para que Florentino Pérez acabe presentado una oferta por ASPI.

La única bala que le queda en la recámara a Florentino Pérez es que los accionistas de Atlantia no den el visto bueno a la oferta de CDP y los fondos. Además de los Benetton, y la fundación de las cajas de ahorros de Turín, hay otros accionistas con peso relevante, como el fondo británico The Children’s Investment (TCI). Y, de momento, considera que la oferta puesta sobre la mesa es insuficiente. A su juicio, debería sería 2.000 millones más alta.

Si finalmente los accionistas aprueban la propuesta, el 11 de junio la junta directiva implementaría la resolución de los accionistas. En contra de Florentino Pérez también juega el interés del gobierno italiano para dar carpetazo a la crisis desembocada en la compañía tras el hundimiento del puente Morandi en 2018. Sería el punto de partida para poner en marcha el plan económico y financiero y poder invertir en seguridad y modernización de la red. El gobierno anterior decidió que dicho plan estaba vinculado a la decisión de venta.

FLORENTINO PÉREZ Y LA DEUDA

Tanto el Real Madrid como ACS tienen un problema de deuda. El grupo constructor presentó, a finales de 2020, una deuda neta de 1.820 millones de euros. Equivale a 0,7x del Ebitda. Una cifra que es 1.766 millones de euros mayor que hace un año. Un incremento que se ha debido a que el grupo ha dedicado más de 1.700 millones al capital de las inversiones en proyectos (908 millones) en energía renovable, sobre todo; a las inversiones financieras (443 millones); y al aumento de autocartera (355 millones).

Por lo que respecta al club merengue, tiene una deuda de 901 millones de euros. La neta es de 355 millones de euros. Esta última ha engordado por la reforma del Santiago Bernabéu. Sobre la mesa tiene un crédito de 575 millones de euros a pagar en tres décadas una vez finalice la reforma del estadio en 2023. La deuda a corto plazo es de 203 millones de euros.

Con la Superliga, Florentino Pérez esperaba recaudar para el Real Madrid una cantidad inicial de 233 millones de euros. Cantidad que ingresarían todos los clubes integrantes de la misma. Quien ganara la competición se embolsaría otros 250 millones de euros. Tras el frenazo vivido por la Superliga, el presidente merengue tendrá que buscar otras fuentes de ingresos.

Dos varapalos, en un breve espacio de tiempo, que no tienen punto de comparación con la que se considera su gran derrota. Su asalto a Iberdrola, hace más de una década, acabó siendo frenado. Ignacio Sánchez-Galán, presidente de la energética, le ganó la partida. Y eso que ACS llegó a tener el 20,2% de las acciones.