BBVA entrega Cataluña a Caixabank: un tercio de los despidos serán en la región

BBVA concentrará gran parte de su expediente de regulación de empleo en Cataluña. Así, la entidad que preside Carlos Torres ha informado a los sindicatos que tiene intención de prescindir hasta de 1.197 empleados que mantiene en la región, lo que supone cerca de un tercio de todas las salidas previstas. La decisión de la entidad bilbaína contrasta con el ajuste, mucho menor, planteado por Caixabank para dicha comunidad autónoma, lo que supone indirectamente entregar el poder en la región al banco que preside José Ignacio Goirigolzarri.

Hasta ahora, la entidad vasca veía a Cataluña como un eje prioritario en su negocio. De hecho, la expansión del grupo, a través de adquisiciones de las cajas quebradas, se habían centrado principalmente en la región. En 2012, bajo el mandato de Francisco González, BBVA adquirió la marca de Unnim que agrupaba hasta cuatro cajas catalanas como eran la Caixa d’Estalvis, Unió de Caixes de Manlleu, Sabadell i Terrassa. Un par de años más tarde, la firma financiera bilbaína daba un paso todavía más importante al adjudicarse Catalunya Banc.

Para el 2016, el grupo finalizó la absorción. El proyecto de consolidación permitió a la entidad «consolidarse en Catalunya como una entidad líder, con cerca del 25% de cuota de mercado y más de 2,6 millones de clientes», explicó el propio BBVA. Pero mantener esa cuota de mercado no ha sido nada fácil para el banco. De hecho, su máximo rival, Caixabank, le fue ganando terreno en los últimos años. Finalmente, el proceso de fusión de la firma catalana con Bankia ha terminado por acabar con el dominio del banco bilbaíno en la región.

BBVA SITÚA A BARCELONA COMO EPICENTRO DE LOS DESPIDOS

Así, la unión de Caixabank y Bankia ha propulsado su cuota de mercado en Cataluña hasta el 37% muy por encima de las aspiraciones de BBVA, según los datos de Credit Suisse. Además, la nueva entidad ha apostado fuerte por mantener el control en la región. De hecho, el número de despidos que prevé ejecutar en la región es de poco más de 750, lo que supone un 9% del total de salidas. Una cifra que contrasta, por ejemplo, con las más de 1.500 que ha planteado en el caso de Madrid e indica cual es la apuesta del nuevo gigante bancario español.

Por su parte, en el caso de BBVA las cifras son completamente diferentes. Para el caso de Cataluña, de hecho, el recorte es mucho más profundo desde todas las aristas. Tanto en el volumen de despidos, con cerca de 1.200, como en el porcentaje respecto a las salidas anunciadas, un 31,5% de las 3.800 planteadas, como en el recorte respecto al número total de trabajadores que mantiene en la región, que son 5.250, lo que supone hasta un 23%. Pero el hachazo todavía es mayor si se miran las oficinas que se quieres cerrar, ya que un 38% de las sucursales clausurados están en la región con 204 de las 530 propuestas.

Aunque si el ajuste propuesto por el banco en Cataluña ya es severo, el verdadero hachazo recaerá sobre Barcelona. BBVA señaló a los sindicatos que tiene pensado prescindir de hasta 836 empleados que mantiene en la ciudad condal, lo que supone un 22% del total. Una cifra enormemente grande que supone impulsar hasta un 40,5% más los despidos anunciados por Caixabank en dicha provincia. Obviamente, el volumen de salidas implica un notable paso atrás del banco en una ciudad que más allá de problemas políticos sigue siendo una referencia en Europa.

 LOS SINDICATOS AMENAZAN CON FUTURAS MOVILIZACIONES

El banco apoya su decisión en el contexto de profunda transformación para el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales. El banco considera que, para garantizar su competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta «imprescindible» continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir su estructura de costes.

Así se lo hizo saber el propio Torres a los accionistas durante la celebración de la Junta de Accionistas. El presidente señaló que el recorte «es necesario» para salvaguardar «la viabilidad futura del grupo». Mientras, los sindicatos han señalado esta misma mañana, al conocer las cifras, que «se trata de un planteamiento de salida insostenible y escandaloso, que se aleja de todo aquellos que el banco ha querido hacer creer a la plantilla». Por último, ha amenazado con que los planes de recortes del BBVA «nos lleva al camino de la movilización». Unas advertencias que los representantes de los trabajadores llevarán a la próxima reunión que se celebrará el 27 de abril.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2