BBVA, Santander y Caixa ingresaron cerca de 1.000 M€ en subvenciones del BCE

Era el mes de septiembre, de 2019, cuando las entidades españolas dieron la espalda al BCE. Así, la banca patria no acudió a la primera subasta de liquidez organizada por el organismo de su nuevo programa de inyecciones de dinero a largo plazo (TLTRO III). Paradójicamente, en apenas nueve meses todas ellas habían cambiado de opinión. De hecho, en una nueva ronda en junio del año pasado las peticiones alcanzaron un récord histórico. Una transformación que tiene una explicación sencilla: más de 1.250 millones de euros en subsidios, que principalmente se repartieron entre Banco Santander, BBVA y Caixabank.

En concreto, el monto total que ingresaron las tres principales entidades del país se acercó a los 890 millones de euros. Entre ellas, sobresalió principalmente los obtenidos por el Banco Santander. Así, la firma que preside Ana Botín se embolsó hasta 391 millones gracias a la remuneración extra que se comprometió a pagar el BCE para aquellas que participaron en las subastas anunciadas. Por su parte, BBVA logró hasta 211 millones en forma de intereses adicionales, tras solicitar al regulador bancario más de 35.000 millones dentro del programa del TLTRO III.

Pese a que Santander es el que más ingresos obtuvo, Caixabank fue la más beneficiada de la política laxa del organismo que preside Christine Lagarde gracias a su fusión con Bankia. Así, la entidad percibió hasta 288 millones, después a solicitar al BCE más de 45.000 millones. Además, por su parte, la entidad nacionalizada que ya forma parte del banco catalán obtuvo algo más de 160 millones en forma de intereses, tras su participación en las subastas del TLTRO III. En total, la sociedad resultante de la unión de ambas sumó 448 millones de ingresos, tras pedir más de 68.000 millones.

SUBVENCIONES MILMILLONARIAS PARA LA TODA LA BANCA

Banco Sabadell también fue otro de los grandes beneficiados de la decisión que tomó el BCE para flexibilizar todavía más las condiciones para acudir a las subastas de liquidez. De hecho, la firma que preside Josep Oliu se embolsó hasta 143 millones, tras pedir al organismo más de 27.000 millones. Por su parte, Bankinter fue la entidad que menos ingresó, dado que su demanda también fue mucho más pequeña. En concreto, el banco naranja apenas solicitó unos 2.000 millones, lo que le retornó cerca de 53 millones.

Así, la suma de todos los subsidios entregados a las principales entidades nacionales, al menos a 31 de diciembre, suma los 1.250 millones. Aunque para el cómputo total de la banca española esa cifra sobrepasa ampliamente los 1.500 millones. Una cantidad que, además, se debe registrar prácticamente como una subvención entregada por el BCE. De hecho, el propio Sabadell explica en sus cuentas anuales al respecto que «de acuerdo con los criterios de la NIC 20 (…) el dinero en el marco de la TLTRO III debe considerarse como una subvención».

Lo anterior, se debe a que el organismo bancario situó el tipo de interés del préstamo por debajo de los tipos de mercado. De hecho, ese fue el gran aliciente para que la banca participará con fuerza. Así, el BCE decidió establecer un interés al dinero prestado del 1% negativo, lo que implica por cada 100 euros que solicita cada entidad el regulador le paga un euro al banco. La contrapartida es que el organismo cobra a esa entidad un tipo del 0,5% por mantener el dinero en su balance, por lo que el diferencial final es positivo en 50 puntos básicos para los bancos.

LA COMPRA DE DEUDA, LAS OTRAS AYUDAS DEL BCE

Aunque esa subvención contiene también una serie de requisitos. El más importante es que las entidades deben mostrar que el dinero pedido se utiliza para incrementar el volumen de los créditos que da a empresas y particulares. Una condición que todos los bancos esperan cumplir de forma holgada gracias a que las necesidades de financiación se han disparado desde el 1 de marzo a raíz de la pandemia, lo que ha incrementado notablemente (y se espera que todavía crezcan más) los llamados «préstamos elegibles».

Las condiciones favorables tienen una fecha límite, el próximo 23 de junio. Entonces, se acabará esa posibilidad de poder obtener una retribución por el exceso de dinero pedido al BCE, aunque la vigencia durante seis meses más ya habrá ayudado con fuerza a las entidades para engordar sus beneficios de cara al 2021. Aun así, no es la única ayuda que han recibido los bancos europeos, ya que la intervención del organismo en el mercado de deuda, que ha tumbado la rentabilidad de esta, les ha permitido obtener importantes ganancias como grandes tenedores de bonos estatales.

De hecho, esa circunstancia la han aprovechado algunas de las entidades para vender grandes carteras de bonos para obtener un jugoso ingreso extra. Así, Banco Sabadell vendió más de 4.000 millones de deuda española con la que sufragó el ERE ejecutado a finales de año y la venta de carteras tóxicas. Ibercaja se desprendió de más de 1.200 millones para el mismo uso y, de paso, sacar unas ganancias de 114 millones que le permitieron salvar el difícil 2020.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2