El Grupo MásMóvil lleva meses de carrera desenfrenada por ganar cuota de mercado en España, y ahora está haciendo lo propio en Portugal. A finales del año pasado se hizo con el control de la marca Nowo (Cabonitel) de la que tenía una participación. Tras este movimiento aspira a revolucionar el mercado luso como ha hecho con el español. Pero el coste puede ser mayor.
Los bolsillos de MásMóvil han ganado fuerza con la entrada de los fondos en su accionariado. Pero la opa sobre Euskaltel, las subastas de espectro para el 5G en España y Portugal y la actividad inversora para captación de clientes tensionará la caja durante los próximos trimestres. De hecho, la deuda deberá controlarse a fondo.
Pero la compañía dirigida por Meinrad Spenger se va a encontrar con otro motivo más para apretar la cartera: su crecimiento en Portugal. Según datos de la Autoridade Nacional de Comunicaçoes (Anacom), el mercado de banda ancha portugués en el Q3 de 2020 estaba liderado por Altice Portugal (MEO) con una cuota del 40%, seguido de NOS (35%), y en tercera posición Vodafone Portugal (20%). Nowo se queda con un 3,6% del negocio y, encima, con un condicionante: gran parte de su red fija es HFC, una tecnología de menor calidad que la fibra.
En cuanto al segmento móvil la situación es similar. MEO tiene el 40% de la cuota, mientras que Vodafone y NOS se reparten el 30% y 26%, respectivamente. Nowo apenas tiene un 2%.
Ante este escenario, MásMóvil tiene algo bueno a favor: el crecimiento que puede tener es muy alto. Además, Portugal es un mercado donde los operadores virtuales (OMV) no tienen mucho peso, por lo que son estas cuatro compañías las que se reparten el país.
En cuanto a la penetración de tecnología fija, nuestros vecinos tienen un desarrollo superior al 80%, del cual el 53% está pasado con fibra. Y el crecimiento el año pasado fue del 14%, según datos de Anacom. Es decir, el potencial de crecimiento es muy importante, pero hay matices que MásMóvil debe atender.
MÁSMÓVIL TENDRÁ GASTOS
Este contexto obligará a todas compañías que operan en Portugal a aumentar los costes. Según explican fuentes conocedoras del negocio portugués a MERCA2, la inversión necesaria para aumentar los 4,1 millones de hogares con banda ancha, y llegar a los 5 M que más o menos se puede acceder, será muy importante.
Tanto en la inversión de fibra como en la transformación de la red. De hecho, lo último que se conoció sobre los planes de expansión en la red se publicó el año pasado, cuando MásMóvil estaba explorando alianzas con diversos fondos para desplegar fibra neutra, y conseguir un acceso mayorista. Asimismo, el mercado contempla rumores de potenciales acuerdos con Altice para entrar como socio mayorista preferente y poder llegar a así a una mayor cantidad de ciudades.
Por si fuera poco, la estructura de precios en Portugal es relativamente más baja que en otros mercados. Por lo tanto, competir en este sentido tensionaría más los márgenes de las empresas. Una situación muy distinta a la que ha sucedido en España, donde MásMóvil ha tenido la capacidad de poder lanzar al mercado promociones con precios muy ajustados que le han valido para ampliar su cartera de clientes de modo muy considerable.
En cuanto al 5G, MásMóvil se ha adjudicado tres bloques de espectro en la reciente subasta de frecuencias de Portugal, que le permitirán ingresar en mercado mediante el lanzamiento de servicios 4G en tres regiones. El operador amarillo lanzará dichos servicios a través de su filial portuguesa Nowo, con intención de construir una red 4G que cubra Lisboa, Oporto y el Algarve. MásMóvil abonará unos 54,3 millones de euros por los tres bloques en la banda de 1800MHz.