sábado, 14 diciembre 2024

El Grupo Godó suspira por influir en la nueva Prisa Media

Josep Oughourlian cocina a fuego lento la división de Prisa en dos áreas: Educación, con la emblemática y rentabilísima división latinoamericana de Santillana como posible herramienta de Amber Capital para recuperar parte de los 300 millones de euros que ha invertido en el editor de El País y la Cadena SER; y Prisa Media, con la digitalización de los medios como objetivo para encauzar sus hoy ruinosas cuentas y de paso seguir influyendo en la política estatal.

Miguel Barroso se ha incorporado al Consejo de Administración de Prisa. El exfelipista, exzapaterista y actual sanchista aportará sus magnos conocimientos sobre el negocio mediático tras su experiencia como director de nuevo negocio en España del gigante WPP.

Y junto a él suspira por estar Carlos Godó, hereu del Conde y feliz porque el Grupo Godó haya despejado el horizonte gracias a la digitalización de La Vanguardia bajo la dirección de Jordi Juan; la estabilidad de la rentable emisora RAC1; y la venta del multiplex del ruinoso 8TV a una entidad mercantil controlada por Nicola Pedrazzoli, CEO de Teve.cat, y Borja García-Nieto.

Carlos Godó sueña que las acciones que tiene su empresa familiar en el mayor grupo internacional radiofónico en español, Prisa Radio (del que Godó controla el 20%), se convierta en un trozo de la nueva Prisa Media.

PRISA MEDIA

Oughourlian está agilizando la rentabilización de El País vía paywall, ha proseguido el mismo camino en la SER mediante SER Podcast (herramienta que por ahora no tiene opción de pago) y baraja cómo conseguir que Prisa vuelva al negocio audiovisual.

¿Alquilar una señal TDT? No parece factible. Ni que la influencia de Prisa en La Moncloa sirva para que el Gobierno central vuelva a repartir señales, «hecho que está prácticamente descartado» según señalan fuentes del sector a MERCA2.es.

GODÓ Y PRISA

El próximo año se cumplirán tres décadas del polémico acuerdo entre Javier de Godó y Jesús de Polanco, que en 1992 firmaron un pacto bendecido por Felipe González que conllevó el inicio del desmantelamiento de la emisora líder de España (Antena 3 de Radio).

Desde entonces Godó es parte de Prisa Radio, que ha acumulado jugosos beneficios incluso en tiempos de crisis. Pero ahora Javier Godó, CEO del editor de La Vanguardia, pretende llenar el vacío que le ha dejado 8TV con nuevos negocios en Madrid que quizás incluyan una nueva televisión digital con Prisa.

Es público y notorio que Prisa, a pesar del cierre de CNN+ y la venta de Digital+ o Cuatro tras la crisis de 2008, retiene cierto poderío audiovisual gracias al área televisiva de proyectos como la Cadena SER, El País, el Diario As o Los 40 Principales.

Y estos mimbres podrían ser el inicio de un nuevo proyecto asociaciado según la rumorología de la Villa y Corte al productor José Miguel Contreras, que ya ha negado en varias ocasiones futuro de la mano de Prisa.

LA VENTA DE GODÓ

El Grupo Godó anunció hace unos días la venta de su multiplex autonómico en Cataluña, a cambio de alrededor de 10 millones de euros. El editor de La Vanguardia señaló que tiene intención de transmitir la propiedad de Emissions Digitals de Catalunya (EDICA) a OC 2022, Sociedad Limitada. Pero «los términos y condiciones previamente concertados quedan sujetos a la preceptiva y previa apropiación por parte del Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC)».

El editor explicó que poco o nada queda del mercado en el que irrumpieron en 2003: «El contexto del mercado de las telecomunicaciones y el sector televisivo han sufrido todo tipo de cambios y modificaciones que hacen que poco o nada tengan a ver con la situación actual. Durante estos años, y como consecuencia de dicha variabilidad del mercado y la complejidad en el despliegue de la TDT, resulta patente, asegura el Grupo Godó, que EDICA ha tenido que hacer un importantísimo esfuerzo para producir una oferta de calidad y explotar con aprovechamiento y utilidad pública los diversos programas que componen el multiplex»

«Los principales esfuerzos han ido dirigidos a superar los problemas derivados de dichos cambios en el contexto y mercado audiovisual televisivo, que se podrían resumir en los siguientes puntos: el retraso en el apagón analógico definitivo; el importante descenso del mercado publicitario como consecuencia de la crisis económica que nos afecta desde hace años; la aparición, consolidación y crecimiento de nuevos operadores tanto de ámbito estatal (estos últimos sometidos a regulaciones diferentes y a menudo más permisivas) como catalán; los diferentes e importantes cambios normativos que han tenido lugar durante los últimos años; los cambios tecnológicos; y, en última instancia, la emergencia sanitaria debido a la pandemia de la covid”.

El Grupo Godó manifiesta que, después de muchos años de esfuerzos y de desarrollar proyectos que, a menudo, han sido destacables dentro de la radiodifusión televisiva en Cataluña, “se ha llegado casi a un punto neutro en cuanto a los resultados. Esta circunstancia ha llevado al Grupo Godó a considerar que ha llegado el momento de ceder el testigo a un nuevo operador que podrá aprovechar el trabajo realizado hasta el momento en beneficio de la televisión en Cataluña y su audiencia, con una producción diferente, más basada en la proximidad», añadieron.


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