El desesperante avance de la vacunación obligará a la banca española a incrementar el volumen de provisiones, un año más. Así, lo advirtió este pasado jueves 18 de marzo la directora general de supervisión del Banco de España (BdE), Mercedes Olano: “Tendrán que seguir constituyendo provisiones (…) tendrán que continuar con un esfuerzo importante”. El mensaje lanzado durante la presentación de la Memoria de Supervisión del banco se dirigió al conjunto de entidades española, pero indirectamente apuntaba a una en concreto: BBVA.
Así, la firma presidida por Carlos Torres es una de las que menos dinero provisionó a lo largo del 2020 para contingencias e impagos. De hecho, un reciente informe emitido por Barclays señalaba que «si las insolvencias se mantienen en niveles estables [no hay default masivo], BBVA debería incrementar el volumen de provisiones«. A su vez, los analistas de la entidad británica también indicaban que Banco Santander y Banco Sabadell eran los mejores cubiertos y, a su vez, «los que más se beneficiarían» de una mejora de la situación.
Las estimaciones de la entidad británica asumen «una tasa teórica de morosidad del 30%» para aquellos sectores ligados al turismo, especialmente los viajes, el ocio, la hostelería y la restauración. Una situación que está «en línea» con lo ocurrido en la anterior crisis y que obligaría a BBVA a reservar más dinero para hacer frente a esos impagos. Así, los cálculos de Barclays ponen la lupa en que la firma vasca es la que menos provisiones mantiene sobre el total de préstamos al combinar todas las pérdidas previstas.
BBVA MANTIENE MÚLTIPLES OPCIONES GRACIAS A SU EXCESO DE CAPITAL
A pesar de ello, la situación de la entidad bilbaína es buena gracias al exceso de capital que atesora, tras la venta de su división en Estados Unidos. De hecho, los analistas de Barclays explican que «seguimos siendo constructivos [con BBVA], particularmente dado el exceso de capital que, a su vez, debería proporcionarle múltiples opciones en el futuro». Una inyección que ya tiene un destino asegurado con el plan de recompra de acciones anunciado por Torres meses atrás y que debería empezar a ejecutarse en las próximas semanas, según las estimaciones de mercado.
Por su parte, los más preparados serían Bankia, Banco Sabadell y Banco Santander. Aunque el primero ya no cuenta para los analistas de Barclays, dado que está inmerso en el proceso de fusión con Caixabank. Así, los expertos de la firma británica apuntan a que «en el caso de un mejor resultado económico debido a un despliegue de vacunas más rápido y una reapertura más rápida, estimamos que tanto Sabadell como Santander tendrían un exceso de provisiones sobre los préstamos totales y, por lo tanto, podrían ver el mayor beneficio».
LA RENTABILIDAD SEGUIRÁ SIENDO EL GRAN DEBE DE LA BANCA ESPAÑOLA
El incremento de las provisiones en el sector tendrá un efecto directo en el rendimiento de sus resultados y su evolución bursátil. «La rentabilidad se verá impactada por las provisiones adicionales», señaló Olano al respecto y justificó esta observación en que todavía existe un elevado nivel de «incertidumbre» sobre cómo impactará la crisis y hasta cuándo en el sector bancario español. «Ahora mismo no somos capaces de decir hasta dónde va a llegar», señaló.
Una rentabilidad que se está buscando por otras vías como las fusiones, los recortes de plantilla y el cierre de oficinas. De hecho, el supervisor bancario explica en la memoria publicada el pasado jueves que el motivo por el que se está propiciando la consolidación del sistema financiero en diversos países es la reducción de esa rentabilidad, y, a su vez, que estas integraciones se busca incrementar la resistencia de los bancos y su capacidad para dar servicio a la economía en el contexto de la pandemia. Si bien, las entidades necesitan reforzar su eficiencia ante el estrechamiento de márgenes y los saneamientos que podrían ser precisos.
En definitiva, que las puertas están abiertas a más movimientos en el sector: “No es descartable que otras entidades intenten participar en el futuro en algún proceso de fusión con la intención de mejorar su rentabilidad, ganar tamaño y ser más competitivas”, señalan desde el BdE acerca de futuros próximos, y no tan próximos, movimientos que seguirán dándose hasta que queden un puñado de gigantes bancarios en el país.